CONSUMO

Principales peligros de usar caldera de gas en el hogar

La tradicional caldera de gas tiende a desuso en los próximos años

La tradicional caldera de gas tiende a desuso en los próximos años / PIXABAY

El apreciable descenso de temperaturas en Andalucía es un hecho y amenaza con quedarse durante unos días con temperaturas mínimas habituales entre 5 y 10 grados, pero que en algunos puntos pueden estar, incluso bajo cero. Cuando algunos se habían acostumbrado a una primavera adelantada, toca de nuevo pensar en la bata al despertarse, el abrigo para las salidas y las diferentes opciones de calefacción para tener el hogar en un ambiente acogedor. Y ahí el gas vuelve a ser protagonista.

El 45% de las viviendas españolas se calienta con una caldera de gas

Porque el gas está presente en casi la mitad de las viviendas españolas (un 45% de los hogares se calientan con una caldera de gas). La idea es que poco a poco sea un sistema que vaya desapareciendo de nuestras vidas en favor de otras opciones sostenibles para calentar tu hogar, pero hasta que llegue dicho momento hay que seguir insistiendo en determinados riesgos que conlleva tener instalada una caldera de gas en tu casa. Es lo que hacen los técnicos de la Organización de Consumidores y Usuarios. Cuestiones que en su mayoría deben estar controladas a través de las revisiones periódicas a las que deben someterse las instalaciones. Estos son los principales peligros de usar caldera de gas en el hogar.

Mala combustión

La mala combustión de la caldera puede apreciarse a través del color de la llama que produzca. Si es azul, todo está en orden, pero si vemos que se torna amarillo o anaranjado, debemos tener cuidado y llamar al servicio técnico porque existe serio riesgo de intoxicación. Otros síntomas que denotan que algo no va bien en la caldera son que aparezcan manchas amarillas o marrones alrededor de la llama, o que los indicadores luminosos del aparato se apaguen a menudo.

Fuga de gas

Otro de los peligros en una caldera de gas es que se produzca una fuga. En caso de empezar a oler a gas, lo primero que hay que hacer es cerrar la llave de paso del gas, abrir puertas y ventanas y evitar a toda costa encender aparatos eléctricos, accionar interruptores y prender cigarrillos o velas porque el riesgo de explosión es bastante alto. Para tener este aspecto más controlado lo ideal es instalar detectores de gas.

Mala ventilación

Tanto explosión como intoxicación puede generar una mala ventilación en el sistema de la caldera de gas. La salida de gases debe estar perfectamente instalada y cada cierto tiempo hay que revisar que la salida de humos no esté taponada. Lo más importante desde el punto de vista del consumidor es que tenga claro que no debe colocar obstáculos delante las rejillas del aparato, aunque sintamos que entra frío por esa zona.

Goteos

Por último, uno de los aspectos que más suelen acompañar a las calderas de gas, y por el que se buscan alternativas en el mercado, es el goteo inesperado que brota del aparato. En ese momento lo que hay que hacer es cortar el suministro eléctrico de la caldera porque existe una alta posibilidad de que se produzca un cortocircuito o accidente eléctrico. Lo normal es que tengamos que sustituir algunas piezas del engranaje que estén desgastadas o que se haya producido una corrosión en las tuberías.

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