Marc García (Manresa, 07-03-1996) no considera que su etapa en Sevilla sea una segunda oportunidad. Como al equipo, se quita presión en la temporada de su regreso a ACB, después de que hace dos ejercicios, con apenas 18 años, tuviese la oportunidad de debutar en el Manresa, su casa. De la grada pasó a la pista, quizá demasiado pronto, y tras regresar al filial del Barcelona ahora vuelve a dar el salto con el MVP del Europeo sub 20 que conquistó con España como carta de presentación.

-De nuevo en la ACB. ¿Nervioso o ilusionado?

-Más que nada es una campaña ilusionante. Me la tomo con muchas ganas de aprender y dar pasos hacia delante para mejorar y ayudar al equipo. Soy un jugador más hecho que hace dos años.

-La de Manresa fue una temporada muy difícil para usted.

-Fue un año de aprendizaje. En cuanto a aspectos de juego y, sobre todo, mentalmente. Mejoré mucho de cabeza, porque no jugar no le gusta a nadie y hay que estar fuerte psicológicamente para no venirte abajo y seguir entrenando con más ganas. Aprendí que hay un gran paso de júnior a ACB. Hay que ir poco a poco, paso a paso, sin querer correr demasiado. Por eso creo que ahora sí estoy preparado para afrontar este reto en la ACB.

-Nació en el año en el que el Manresa conquistó la Copa y después (1998) llegó la Liga. ¿Qué le cuentan de ello?

-El baloncesto en Manresa es como una religión. Se vive con mucho sentimiento y esos títulos nuca se van. Los más veteranos se lo van inculcando a los nuevos aficionados. Será inolvidable siempre. Mi padre es un gran seguidor y fue el primero que de pequeño me dio una pelota. Me enseñó a tirar y botar. Jugaba en la escuela y en el Manresa a la vez. Tenía dos partidos a la semana menos cuando se enfrentaban, que jugaba con el Manresa.

-¿Se parecen Pedro Martínez, quien le hizo debutar en la Liga Endesa, y Zan Tabak?

-En ciertos aspectos sí. Son técnicos que están muy encima de los jugadores, que te hacen estar siempre concentrado, a tope... No quieren a nadie relajado.

-Después de jugar ya en ACB, ¿cómo decide volver de nuevo al filial del Barcelona a LEB Oro?

-Antes de acabar la temporada tenía claro lo que quería. Me di cuenta que no debía hacer las cosas rápido, si no bien. Y para hacerlo bien debía volver al Barça B y seguir mejorando.

-¿Por qué no cuajó ese año?

-En Manresa empecé jugando, pero apartado porque apostaron por más experiencia con la llegada de Alfonso Sánchez. Fue entonces cuando decidí dar un paso atrás para poder dar dos hacia adelante, ganar confianza volver a sentirme un jugador importante. Sube que debía regresar al filial para seguir creciendo. Fue una decisión importante y difícil, pero acertada.

-¿Y en qué cree que mejoró el pasado año?

-Tener a gente como Lakovic, Barton o Alfred Julbe como entrenador te hace crecer sí o sí. Mejoras en pequeños detalles que en otro sitio hubiese sido imposible por la necesidad de tener que ganar. En un filial hay más paciencia, porque los resultados no son lo más importante. En ACB sí, porque cada fin de semana te juegas la vida.

-¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado en su carrera?

-El año de Manresa. Fue un día que estaba desanimado y (Giuseppe) Poeta me dijo: "Tienes que ser tú mismo siempre, no dejes de ser tú por hacer las cosas que te pide el entrenador".

-Por juventud, usted, junto a Radicevic, toman el relevo de los Satoransky, Sastre, Balvin, Willy Hernangómez... ¿Presión?

-Para nada. Una de las razones por las que vine a Sevilla era ésa, la firme apuesta por jugadores jóvenes, pero si en su momento y ahora lo hacen será porque esos jugadores se lo merecían y se lo ganaban en los entrenamientos día a día. Intentaré hacer lo mismo.

-¿Es más difícil ser canterano en el Barcelona?

-Allí hay que pelear siempre por todos los títulos y por eso sólo van jugadores top. No pienso en el Barcelona, que ya ha hecho un equipo para ganarlo todo. Yo sólo pienso ya en verdiblanco.

-Fue MVP del pasado Europeo sub 20. ¿Hay relevo generacional para la selección?

-Claro, pero no se pueden hacer comparaciones con el pasado. Será muy difícil que la selección gane tantos títulos y medallas como en los últimos años en el futuro y que coincidan tantos jugadores de ese nivel, pero por detrás empiezan a sonar otros nombres como los de Juancho y Willy Hernangómez, Abalde... Habrá un periodo de transición con gente como Pau Ribas, Abrines... La nueva hornada tendrá cosas que decir, claro, pero sin que haya comparaciones.