Aún no es verano y la rumorología del mercado de transferencias ya se ha disparado. Muchas veces la prensa, llevada por el ansia de información del aficionado ante el atractivo vaivén de los fichajes, quiere ir por delante de la noticia. Y algo así está pasando con Rakitic. Su traspaso al Barcelona está aún en periodo embrionario. De hecho, en el Sevilla no consta ninguna oferta formal llegada desde el Camp Nou por el futbolista suizocroata. Otra cosa es que desde allí se haya filtrado interesadamente la información para ir meneando el árbol. Lo que sí es cierto y está más que apuntalado es que Alberto Moreno jugará en el Liverpool. Los clubes ya han acordado prácticamente la cifra del fijo del traspaso, 20 millones de euros, y ahora discuten sobre algunos aspectos importantes: los pluses que los reds pagarán a los blanquirrojos por objetivos y las formas de pago.

El fin de semana, pese a la bomba informativa de que Rakitic prácticamente ya iba camino del Barcelona que surgió el jueves, se presenta tranquilo en ambos casos. Sevilla y Liverpool se han emplazado a inicios de la semana próxima para continuar negociando sobre esas diferencias que mantienen ambos clubes sobre las cantidades en cuanto a bonus por logros: títulos, participación en Champions, partidos jugados... De eso han estado discutiendo los últimos días los rectores de Nervión y los de Anfield. La sintonía entre el director general de los reds, Ian Ayre, y el director deportivo del Sevilla es buena después de que la temporada pasada llevaran a buen puerto el traspaso de Luis Alberto. Además, Monchi ha tenido la oportunidad de tener contactos directos con los dirigentes del Liverpool durante su estancia en Inglaterra y todo está bastante encauzado.

El traspaso de Alberto Moreno es inminente, así pues. No tanto el de Rakitic, por mucho que desde medios barceloneses surgieran ayer informaciones dando por hecho el traspaso por una cifra que rondaría los 18 millones de euros y que podrían responder al interés de presionar al Sevilla, que quiere embolsarse una cantidad mayor por el capitán de la plantilla. En este caso, los clubes aún deben madurar las condiciones de una venta que sería una buena solución para la situación creada con el futbolista, con el que hay un principio de acuerdo de renovación que, a la vista de los acontecimientos, no se va a rubricar. José Castro va a fortalecer su postura en la negociación y esto provocará que se estiren las conversaciones entre los clubes, que es verdad que ya se están dando, porque el Barcelona sí le ha mostrado al Sevilla su fuerte interés en hacerse con los servicios de Rakitic, como relevo de Cesc.

El club azulgrana, además, está inmerso en otros frentes, como, por ejemplo, el traspaso de Cesc al Chelsea, y este factor también puede ralentizar la operación que quiere acometer por Rakitic. El Sevilla, entretanto, aguarda tranquilo y sabiendo que ahora, y sobre todo una vez que se concrete la gran venta de Alberto Moreno la próxima semana, tendrá más fuerza para negociar.

En cuanto al futbolista del Cerro de Águila, ayer presentó la Copa Danone en la sede de la Federación Andaluza, en su barrio del Cerro del Águila. Allí fue preguntado por su próximo traspaso al Liverpool. "Yo lo único que tengo que decir es que me quedan cuatro años en el Sevilla, estoy contento aquí, lo doy todo por mi equipo, desde que soy un crío soy sevillista, he crecido en la cantera del Sevilla y del futuro se encargan mi representante -Javier Moya- y mi padre y ellos son los que deciden". El jugador también habló de su ilusión por la Supercopa de Europa, aunque todo indica que ya la vivirá como un aficionado más del Sevilla. Para esas fechas ya pertenecerá al Liverpool.