La selección inglesa tratará hoy de seguir con su buena dinámica de juego y conquistar la primera plaza del Grupo B de la Eurocopa ante una Eslovaquia que buscará asegurar su pase a los octavos de final.

El combinado que dirige Roy Hodgson llega lanzado a la última jornada de la fase de grupos tras ganar a Gales (2-1) y ceder un empate in extremis contra Rusia (1-1) en su debut.

El equipo funciona y además tiene banquillo, puesto que Vardy y Sturridge fueron los encargados de sacar las castañas del fuego ante los galeses.

Para evitar un rival de primer nivel en octavos, Inglaterra está obligada a ganar, pues si finalizara tercera de grupo se podría cruzar con Alemania o España.

En principio no debería temer a Eslovaquia, puesto que ha ganado los tres partidos que han disputado, el último en 2009 en Wembley por 4-0, con un doblete de Rooney. Sin embargo, el gran partido de los eslovacos ante los rusos obliga a los de Hodgson a ser prudentes.

El dilema que tiene el seleccionador inglés es si da la titularidad a los dos héroes del partido ante Gales y deja en el banquillo a Sterling y Kane. La prensa de su país sueña con que Sturridge se convierta en un nuevo Van Basten. El holandés fue la gran figura de la Eurocopa de 1988 pese a que comenzó el torneo en el banquillo.

Vardy tampoco oculta que le gustaría estar en el once inicial en vez de ser utilizado únicamente para desatascar partidos en los últimos minutos.

La presencia de Rashford, el futbolista más joven en jugar una Eurocopa con Inglaterra, como tercer delantero al final del partido ante Gales disparó las expectativas de la hinchada inglesa por el abanico de opciones de su equipo en la zona de ataque.

La selección eslovaca, por su parte, trata de controlar la euforia que se desató en su país tras la victoria ante Rusia (2-1), su primer triunfo en la fase final de una Eurocopa desde que se separó de la parte checa en 1993.

El objetivo de los hombres que adiestra Jan Kozak, que debutaron con una derrota ante Gales (0-1), es lograr al menos un empate que les asegure prácticamente el pase a octavos. Para tan histórica misión cuentan con una de las sensaciones del torneo, Hamsik. Su espectacular gol contra Rusia lo ha alzado entre las figuras de la competición y la prensa eslovaca lo coloca a la altura del mejor Cristiano Ronaldo.

"¿Yo? ¿La estrella de Eslovaquia? No sé, sólo trato de jugar lo mejor posible, para ayudar al equipo a que pase de la fase de grupos", declaró el centrocampista del Nápoles.

Si Hamsik se presenta como la principal amenaza para Inglaterra, Skrtel, al frente de la zaga, se perfila como el mayor problema que tendrán los pross para marcar, puesto que el jugador del Liverpool los conoce a la perfección.

Será también un partido en el que Inglaterra se enfrente a los fantasmas del pasado. El estadio Geoffroy Guichard trae muy malos recuerdos a la hinchada inglesa. La última vez que su selección jugó en el mítico estadio de Saint-Étienne fue en los octavos de final del Mundial de 1998 ante Argentina, un encuentro que pasó a la historia por la cruel derrota que encajó la escuadra inglesa en los penaltis después de que Beckham fuera expulsado tras propinarle una patada a Simeone.