Lo mismo que el rato que jugó ante el Valencia supuso una decepción por su poca participación en el juego, los minutos que disputó en Cornellà apenas una semana después sí dieron pie a la esperanza. Éver Banega está llamado a ser una de las piezas clave del nuevo Sevilla. En teoría, es uno de los hombres que debe asumir la tarea de hacer olvidar a Rakitic, aunque él rechace esta comparación. Lo que no hace es escurrir el bulto. Asume su responsabilidad y pide ambición. "Lo importante es meterse en la Champions", dice sin tapujos. El argentino, además, se encuentra mejor físicamente.

El argentino habla con descaro ante los medios del club: "El Sevilla es un equipo grande que pelea por grandes cosas. Este año esperemos hacerlo de la mejor manera y meternos en los puestos de Champions. Hay que tratar de llegar lo más lejos posible en las tres competiciones, pero lo importante es meternos en Champions".

El jugador, además, reconoció que debe tomar los galones que dejó Rakitic, aunque evita la comparación. "No vengo a sustituir a nadie, vengo a hacerlo de la mejor manera. Pero no me va a pesar la responsabilidad. Espero que eso pueda verlo la afición dentro del campo". Su evolución física es clave: "En el primer partido entré en una dinámica muy difícil de agarrar. Contra el Espanyol me sentí mucho mejor, toqué mucho la pelota y en lo físico trabajé bastante", dijo el jugador, que se mostró "muy feliz por estar en un club en el que todo es tan lindo".