Hay una máxima en el deporte profesional que dice que el talento sin trabajo sirve de poco. Lo aseguran figuras como Lionel Messi o Cristiano Ronaldo. Y lo sabe también muy bien Roberto Martínez, el seleccionador de una Bélgica que está asombrando en el Mundial de Rusia.

"Tuve la suerte de que Dios me dio el talento, pero por más talento que tengas sin trabajo es muy difícil conseguir los objetivos que uno quiere. Es más importante el trabajo que el talento", dijo una vez Messi, uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. "El talento sin trabajo no es nada", señaló en otra ocasión Cristiano Ronaldo.

Bélgica tiene una generación de futbolistas que es talento puro. Eden Hazard, Romelu Lukaku, Thibaut Courtois, Kevin de Bruyne o Dries Mertens pertenecen a la élite del fútbol mundial, juegan en equipos punteros de las mejores ligas del planeta y ahora están en Rusia defendiendo la camiseta de los "diablos rojos".

En la primera jornada superaron 3-0 a Panamá y en la segunda, el sábado, aplastaron 5-2 a Túnez. Su primera gran prueba llegará este jueves, cuando se jugarán la primera plaza del grupo ante Inglaterra. Pero la euforia ya se ha desatado.

"Todo el mundo habla ya de Bélgica como un equipo favorito al título. Un gigante. Es su culpa, chicos. No deberían mostrarse tan imponentes", escribió ayer el periódico belga Het Laatste Nieuws tras la goleada sobre Túnez en el Spartak Stadium.

Roberto Martínez, su técnico, sabe que no puede controlar los elogios de hinchas y prensa, pero aseguró que sus futbolistas mantendrán los pies en la tierra. Es consciente de que eso es clave para sostener su filosofía de trabajo.

"Lo importante ha sido que hemos tenido la actitud correcta". "Hay aspectos que te hacen ser un equipo: defender bien, trabajar duro, reaccionar como grupo. Eso es lo que te permite mostrar después el talento individual".

"Tenemos que seguir jugando como un equipo. Si seguimos mejorando como equipo, la consecuencia será que podremos mostrar la calidad de los jugadores individualmente" concluyó.

Martínez elogió a Lukaku, que lleva ya cuatro goles en el Mundial, y a Hazard, el capitán y autor de un doblete contra Túnez. Pero para el técnico "Bob", ex del Everton, el grupo está por encima de todo.

"Para marcar tantos goles tienes que tener una estructura detrás, tienes que tener un equipo bien organizado y tener la actitud correcta", expresó. "Llevamos mucho tiempo trabajando muy duro para esto".

Invicta desde septiembre de 2016 -un total de 21 partidos-, Bélgica mostró hasta ahora un juego ultraofensivo en Rusia, con tres defensas, dos carrileros largos y mediocentros de mucha llegada como De Bruyne y Alex Witsel.

Y delante están Hazard y Lukaku. El fornido delantero centro se convirtió en el primer jugador que marca dos dobletes seguidos en un Mundial desde el argentino Diego Maradona en 1986.

Cuestionado sobre el dato, que también alcanzó ayer el inglés Harry Kane, Lukaku ríe. "Es una estadística simpática. Pero Maradona ganó el Mundial y yo no he ganado todavía", señaló el delantero del Manchester United.

Bélgica cayó eliminada en los cuartos del último Mundial y también se despidió en esa ronda en la Eurocopa de 2016. Ahora parece más preparada para poder igualar, o incuso superar, a aquella generación que alcanzó las semifinales en México 1986.

"El talento es lo que todo el mundo ve. Pero también hay mucho trabajo detrás, y eso no lo ve la gente". Lo dice Roberto Martínez.