Liga de campeones

Demasiado lejos (1-3)

  • El Sevilla claudica ante un Manchester City superior que no dio tregua y deja prácticamente eliminado al equipo nervionense.

Poquita cosa. Inferior. Y mucho. El brillante Sevilla de Manchester apenas apareció por el Pizjuán, su Pizjuán, y queda prácticamente eliminado de la Liga de Campeones. Inalcanzable ya el millonario equipo inglés, la Juventus puede llegar aquí en diciembre de turismo cuando debía jugarse algo...

El Sevilla se golpeó una y otra vez contra el imponente muro, físico y táctico, que Pellegrini dispuso en Nervión. Aprendidas las virtudes blancas en el Etihad y liberado de llevar el peso, el City fue un rodillo a la contra que pasó por encima del voluntarioso Sevilla sin grandes contemplaciones.

A decir verdad, al Sevilla le falta jugar la Champions varios años consecutivos para poder amenazar a equipos como el City. Jugando de fábula en Manchester se volvió de vacío, así que jugando de perlas el City en Sevilla muy fino tenían que hilar Banega y compañía... Y ocurrió que el triángulo de las Bermudas por el que apostó Pellegrini engulló al Sevilla de salida. De Bruyne, autor del gol clave en Manchester, se quedó en el banquillo y Fernandinho acompañaba a Fernando y Touré para controlarlo todo y lanzar contras como demonios. A diferencia del partido en Inglaterra, Sterling, Navas y Bony encontraban metros y metros, más de los que su calidad necesitaba para desnivelar.

Al punto, en diez minutos estaba el Sevilla prácticamente KO. Una jugada básica la convierte Fernandinho en un pase a la espalda de Coke y Rami que encuentra solo a Sterling, quien cruza con estilo ante Sergio Rico. 8 minutos y un sonoro "yeahhh!" le cambia el pulso al Pizjuán. Pero tres más tarde, con falta previa, Bony se queda solo ante Rico y Fernandinho empuja de cabeza el rechace del meta local. 0-2 y el jarro de agua fría dejaba pequeño a los chaparrones de la víspera.

Con el Sevilla sin enterarse aún del partido el tema se había puesto muy feo, con un grupo de jugadores vestidos de lagarterana que corrían como aviones y enfilaban a Sergio Rico una y otra vez. Pero justo ahí aparece el Sevilla contestón, orgullo y con talento, y en veinte minutos parece poder pelear al menos. Primero Llorente manda arriba un balón peinado por Iborra y ya a mitad del tiempo un jugadón de Coke con autopase de manual a Otamendi y balón picado perfecto lo culmina Tremoulinas para dar esperanza e ilusión al Pizjuán. Esa ilusión se aviva con un cabezazo de Rami al primer palo en un córner cuyo rechace Iborra no acierta a convertir, pero deviene en chasco en una asistencia de Jesús Navas que encuentra a Bony solo en el punto de penalti.

1-3 y la cuesta es excesiva para este Sevilla, al que ni las quejas del árbitro (muy permisivo con el City y 'haciéndose el noruego' con dos acciones muy sospechosas en el área, en particular una patada de Kompany a Krychowiak) le servían para buscar excusas porque su inferioridad fue notoria. Konoplyanka desactivado por Sagna (Pellegrini ya lo aprendió de la ida) y cero concesiones en una defensa fortísima.

La segunda parte fue casi un paseo inglés, que pudo golear y casi se conformó con noquear a un rival de mayor nivel del visto esta vez. De ilusiones no se come, está claro, y el Sevilla necesita hacerse habitual en este torneo para poder afrontar con garantías el tremendo grupo en el que quedó encuadrado. Y con todo, necesita un favor del City, pues si la Juventus gana a los ingleses en Turín el Sevilla estará matemáticamente fuera de la Champions y sólo peleará por la Europa League en función de lo que haga en Alemania. Triple mortal con tirabuzón para la realidad de este prometedor Sevilla que necesita más Champions de vuelo antes de querer llegar a la luna.

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