Champions: Sevilla-Manchester City · Informe técnico

Primero lo físico, luego lo demás

  • Pellegrini aprendió de la ida, blindó el centro del campo con Fernando y Fernandinho y, con Yaya Toure soltando amarras, el debilísimo sistema defensivo de Emery saltó hecho añicos.

Pesos pesados contra pesos pluma, séniors contra cadetes... recurran a una de tantas metáforas al uso para reflejar de modo gráfico lo que aconteció en Nervión. Fue echar a rodar la pelota y pareció como si una palanca se activara para decantar el terreno hacia la portería de Gol Sur, la que defendía, o trataba de defender, Sergio Rico. Apenas hubo discusión. Era tan palmaria la superioridad del Manchester City en el físico... En el plano técnico también, por supuesto. Pero por ahí los sevillistas hallaron su tímida respuesta tras el 0-2. Hasta que la ley de la gravedad dictó sentencia: el peso es el peso y el City pesa mucho más.

Defensa

La fuerza en la anticipación y en el cuerpo a cuerpo de dos centrales top como Kompany y Otamendi y de sus pivotes Fernando y Fernandinho; la velocidad y elasticidad de Jesús Navas y Sterling por fuera; la potencia en carrera de Yaya Toure y la potencia en el espacio corto de Bony impulsado por dos palancas, los jamones cinco jotas que tiene por piernas.

La superioridad física del City fue tal que las llegadas fueron continuas, inevitables. Una hemorragia. Por dentro y por fuera. Irrumpiendo en la corona del área ante Iborra y Krychowiak, que no llegaban ni a meter la pierna por detrás, cuando no se iban de la jugada desequilibrados. O irrumpiendo por fuera, buscando y encontrando las vueltas a Coke y Tremoulinas para servir un centro atrás, a unos rematadores que dieron decenas de veces el pasito atrás para recibir la pelota con espacios y rematar. Ejemplo, el gol de Bony a pase de Navas, que pilló a Kolodziejczak demasiado lejos del rematador para cortar, o al menos tapar, su tiro.

Si la defensa de blanco respiró algo en la segunda parte, fue porque el City plegó sus velas, se guareció atrás y confió en las acometidas de Navas, Sterling y Yaya Toure con muchos metros por delante. Hubo remates claros, era inevitable. Apareció Sergio Rico.

Ataque

Sólo respondió el Sevilla con orgullo y timidez en arreones por su indudable calidad en su línea de mediapuntas y su asociación con los laterales, lo que hizo fermentar cierta reacción tras ese contundente 0-2 en los primeros 11 minutos. Coke trianguló con sentido con Vitolo o Banega y ganó la línea de fondo. Tremoulinas también, aunque algo menos. Esa capacidad del Sevilla para tejer juego en las esquinas y sacar centros al corazón del área es conocida. Y la saca hasta con equipos de primer nivel europeo, como este City. Pero la intensidad a la que obligan los ingleses, ese desgaste, sofocó pronto la orgullosa respuesta sevillista.

Emery metió a Krohn-Dehli por Iborra para buscar otra vía por abajo, visto que Iborra ni hacía la raya atrás, ni imponía su físico cuando se descolgaba arriba. Pero el repliegue del City terminó de cerrar los caminos hasta los mediapuntas locales. Mariano abrió el campo por la derecha, colgó buenos centros. Pero Kompany y Otamendi aparecieron siempre.

 

Virtudes

Esa fase de ataques profundos por fuera.

Talón de Aquiles

Este City, corregido por Pellegrini, sí fue inasequible para un Sevilla demasiado quebradizo atrás.

Uno por uno

Sergio Rico Ayer, otra vez, evitó goles cuando todo estaba muy cuesta arriba. Antes, no.

Coke Profundo en la primera mitad. Desarmado ante Sterling.

Rami Fuera de sitio ante tanto fuego alrededor.

Kolodziejczak Desubicado, reaccionó tarde. Su físico no da para tamañas empresas.

Tremoulinas Como Coke, arriba hizo lo único potable, gol incluido. Jamás se enganchó al tren frenético de Jesús Navas.

Iborra Sin ritmo para subirse al partido que propusieron los medios rivales.

Krychowiak No se rindió, pero hasta él evidenciaba un déficit físico ante Yaya Toure.

Vitolo Invitó al resto del equipo a la reacción.

Banega Arrastrado por la corriente. E impreciso.

Konoplyanka Inconstante. Sagna lo frenó mejor que Zabaleta en Manchester.

Llorente Echó de menos más centros por arriba.

Mariano Se sobrepuso a los pitos por su cambio con fútbol, maniobrando para sacar más de un centro con veneno.

Krohn-Dehli Nada cambió.

Immobile Todo decidido.

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