Pocas sorpresas deparan los partidos del Sevilla de Marcelino. Por eso los resultados suelen ser cortos. Encadena ya cuatro partidos sin que Javi Varas recoja el balón de las redes porque el repliegue de los blancos es muy efectivo, apenas lo sorprenden al contragolpe y a balón parado es extraño que conceda remates francos. Ayer sufrió en diversas fases porque los colchoneros cuentan con creatividad entre líneas. Sobre todo con Diego.

Defensa

Manzano salió con dos medios de contención, Mario Suárez y Tiago, para que la línea Reyes-Diego-Arda tratara de buscar caminos hasta Falcao. Y de la línea de creación, quien creó problemas de verdad al Sevilla fue Diego, que explotó la falta de ayudas a Medel. Rakitic hace lo que puede, y por ahora le cuesta mucho correr para atrás y tapar.

Medel podía apretar a Diego, sí, pero si éste cuenta con las líneas de pase añadidas que le ofrecían los dos laterales, Silvio y Filipe Luis, las tareas de contención del chileno se dificultaban una barbaridad. Coke y Fernando Navarro echaron de menos alguna ayuda de los extremos. Menos mal para el Sevilla que en el repliegue hasta el área, los blancos taparon muy bien los remates, y que Falcao sólo tuvo una, a servicio de Reyes, que envió alta y otra, tras fallo de Cáceres en un control, que se topó con Javi Varas.

En el tramo final del partido, Marcelino quiso asegurar el punto con Campaña por un cansado Rakitic y Armenteros por dentro en lugar de Manu. Había que tapar los pasillos interiores.

Ataque

Perder tantos balones en las transiciones hizo que la defensa tuviera que plantar la línea más cerca de su portero de lo que pretendía. Y claro, si construyes desde más atrás, es más complicado hacer daño. El Sevilla sólo plantó sus reales donde quería en los primeros 20 minutos de la segunda parte, y ahí sí pudo recuperar la pelota en campo del rival e insistir.

Con el balón en los pies, tampoco hay sorpresas con este Sevilla por ahora. Sí que sorprendió Del Moral al robar la pelota y plantarse ante Courtois. Pero el armado bloque de Marcelino perdió demasiados balones en las transiciones.

Virtudes

Es difícil que lo sorprendan descolocados atrás, y cuando el rival llega y busca el remate, se anticipan y conceden pocos remates.

Talón de Aquiles

Muchas pérdidas al atacar, aunque en situaciones de escaso riesgo. Sólo Perotti cruzó la línea de presión del Atlético, y, por tanto, no hubo apoyos y toque salvo en una fase.