Unai Emery se refirió este martes por la noche al asunto de Perotti. El club tiene predisposición de escuchar las necesidades del futbolista, cuya cesión al Racing argentino se está tratando. El entrenador del Sevilla habló de ello en la televisión oficial del club, donde prácticamente dio el plácet a la cesión.

"Cuando hablaba con él antes de irse a Argentina me decía que estaba aquí para jugar -explicó-. Todas las apreciaciones que hace son correctas, hablando desde la perspectiva humana. Allí está cerca de los suyos y a ver si puede recuperarse estos meses. Hemos hablado con Monchi, es un jugador muy importante y tenemos que ayudar a que se recupere, que adquiera la fortaleza mental y que siga dando alegrías, por sus características me gusta mucho".

Al margen del asunto Perotti, el guipuzcoano no quiso desvelar si en el Bernabéu jugará Beto o Palop: "Me gusta trabajar con el grupo y no ir definiendo el once, me gusta decirlo a última hora, para que todos estén en condiciones de jugar, aunque ahora estoy trabajando con un once específico, entre doce o trece jugadores".

Sobre su desembarco en el Sevilla, manifestó que su idea era "traer aire fresco, sacudir las alfombras". "Tenía que coger las cosas buenas que había y darles constancia y también aportar algunas ideas nuevas. Siempre hay un efecto inmediato con los jugadores y procuro ser prudente y mantenerme equilibrado cuando las cosas empiezan a ir bien, como ahora. Hemos empezado una línea de cosas positivas, pero queda mucho, mucho", quiso señalar cauto Emery.

El técnico hizo un análisis de la evolución del equipo: "Hemos jugado de menos a más, pero hay cosas que ir puliendo. En el Calderón pasamos 15 minutos muy malos y salimos de ahí, hay que buscar un poco más de solidez. Cuando, en el segundo tiempo, superamos la expulsión y el gol en contra e igualamos, pudimos controlar el partido, y ahí hay que darle más poso al equipo. Podíamos haber ido por ellos, y ahí está también la autoestima".

Emery explicó que "no puedes jugar sólo con el corazón, porque irías como pollo sin cabeza, como decía Toschack". "Hay que manejar los tiempos en el campo. Hay que ser capaces de ver cuándo un rival está débil, como pasó en el Calderón, e ir por él. Es un proceso que hay que madurarlo", puso como ejemplo el técnico sevillista.