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España inicia una nueva era

  • La selección emprende su camino a la Eurocopa 2024 recibiendo en La Rosaleda a una Noruega sin Haaland

  • De la Fuente piensa en un 4-2-3-1 con más verticalidad

La selección española, con Mikel Merino al frente.

La selección española, con Mikel Merino al frente. / jorge zapata / efe

Con Luis de la Fuente al mando tras el fin de un ciclo liderado por Luis Enrique Martínez, en el que se acariciaron títulos y se renovó la plantilla, la selección española inicia nueva era en La Rosaleda, con retoques obligados al estilo que impulsó el éxito, sin ningún superviviente de los ganadores del Mundial de 2010 y con una primera prueba ante Noruega, mermada en su potencial por la baja de Erling Haaland.

De la Fuente es la imagen del cambio de la selección española con el objetivo de volver a saborear las mieles del éxito tras once años de intentos. Es la apuesta de Luis Rubiales por un hombre de la casa que cumple en mayo una década en la Federación, que saboreó la gloria con un puñado de jugadores que ahora acaparan la absoluta. Una Eurocopa sub'19 y una sub'21, el oro de los Juegos Mediterráneos, la plata olímpica de Tokio 2020.

Es un aval a un modelo entrenador que modifica el perfil de seleccionador. Un tipo cercano y humilde, muy próximo al jugador, al que cede todo el protagonismo. Alejado del foco que acaparó Luis Enrique hasta un Mundial, el de Catar, que fue el punto y final a un proyecto que se instaló en el extremo. Su selección de autor, rejuvenecida, acarició la gloria en la Eurocopa 2020, derrotada con injusticia en los penaltis de semifinales por Italia, posterior campeona. Y lo rozó frente a Francia en la última edición de la Liga de Naciones, remontada por un tanto que ahora sería ilegal porque propició un cambio de norma. Caer en octavos de final de la Copa del Mundo el pasado diciembre impulsó el cambio.

Y España se presenta con De la Fuente al mando. En un reestreno en un cargo que ocupó por un día, cuando la sub 21 jugó como absoluta porque los internacionales que jugarían la Eurocopa debían estar confinados tras un positivo en coronavirus de Busquets. Aquella goleada en Butarque a Lituania (4-0) en junio de 2021, fue el primer paso. La demostración de que había en la casa un técnico preparado para el salto.

Ya sin campeones del mundo tras el adiós con honores a Sergio Busquets y la puerta cerrada de manera abrupta a Sergio Ramos o el descarte de Jordi Alba, se presenta una España con nueva identidad y un renovado grupo de jugadores. Tan solo se mantienen once mundialistas tres meses después en una primera convocatoria con hasta catorce novedades de la que se cayeron por lesión Pedri, Gerard Moreno y Bryan Gil.

El objetivo es modernizar el estilo, aumentar el vértigo y la verticalidad sin renunciar a la posesión, un nuevo sistema, 4-2-3-1, y mayor presencia ofensiva que en la fase final de Luis Enrique, corrigiendo la falta de nueves del Mundial con la llamada de cuatro que marcan el paso en LaLiga. Los regresos de Iago Aspas y Borja Iglesias, el estreno de Joselu, la continuidad de Álvaro Morata con honores de capitán por ser el internacional con más partidos (60).

Aunque el nuevo jefe en el campo será Rodri Hernández. Esperó con paciencia el adiós de Busquets. Con tanta que hasta que tuvo que jugar en otra demarcación, central, el pasado Mundial ante la obligación de buscar un hueco en el once Luis Enrique para un jugador que pedía paso. Sin Unai Simón, baja por lesión en la portería, todo apunta a la vuelta de Kepa dos años y medio después.

España inicia el camino hacia la Eurocopa 2024 ante el mismo rival que inició la última fase de clasificación, Noruega. La baja de Haaland ha marcado toda la concentración de un equipo que asume que muchas de sus opciones de volver a una fase final de un gran torneo, después de 23 años, pasan por el concurso de su máxima estrella.

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