El Betis está en rodaje, como todos los equipos a estas alturas de pretemporada, pero las buenas sensaciones que había transmitido en anteriores partidos no aparecieron en Almendralejo ante el Extremadura, el rival más débil de los que se ha enfrentado hasta el momento. Mucho trabajo le queda aún por delante a Pepe Mel, que, para empezar, deberá definir con qué jugadores podrá contar para la temporada. Y es que visto lo visto, la presencia de Emana y Sergio García otorga un plus de calidad que no se alcanza pese al oficio exhibido por jugadores como Jorge Molina o Rubén Castro.

Precisamente, la actuación de ambos fue de lo más destacado. El canario, que se estrenaba como bético, dejó prueba de su dinamismo, evidenciando que puede formar una buena dupla de ataque con el máximo goleador de Segunda de la pasada campaña. De hecho, el gol del triunfo bético partió de sus botas, tras aprovechar un buen pase de Israel para driblar al portero y asistir a Caffa para que anotase.

Mel colocó de inicio un equipo que se aproxima a la idea que ronda en su cabeza para comenzar la temporada, aunque dando entrada a Ezequiel en la banda derecha, con la idea de comprobar sus evoluciones con el primer equipo. Y aún le falta al canterano, que no tuvo esa chispa que sí exhibe con los más jóvenes.

Hasta mediada la primera mitad no se hizo el Betis con el dominio del balón, pero éste tampoco le sirvió para crear demasiadas ocasiones. Y es que, salvo las entradas de Caffa, el equipo bético careció de profundidad en su juego, con Salva Sevilla y Arzu demasiado horizontales.

El panorama tampoco viró demasiado con los cambios tras el descanso. Las ganas de Israel y el buen hacer de Juande permitieron controlar el juego, pero ni el gol sirvió para que el Betis sentenciara por la vía rápida. Lo dicho, el Betis venció sin brillantez. Y es que aún le falta rodaje.