Tras dos años de continua remodelación de la plantilla, la consolidación es el gran objetivo del Sevilla. El club va a tratar con todos los medios que tiene a su disposición, que han crecido enormemente gracias al título europeo y la clasificación directa a la Champions, de mantener la base de la plantilla y reforzarla adecuadamente para el nuevo reto que se le presenta. En la tarde de este jueves José Castro presidió una larga y amplia reunión del consejo de administración en la que se trataron de forma prolija los dos principales asuntos de la actualidad: la planificación y las sanciones. Monchi trasladó a los consejeros las líneas maestras del nuevo proyecto, que pasa por retener a las piezas claves y reforzar el equipo conforme al salto competitivo que dará en el nuevo curso. Y el gabinete jurídico apuntó las líneas de actuación ante la nueva escena que se presenta tras la promesa de rectificación de las durísimas sanciones y propuestas de sanciones por parte del Comité de Competición.

Respecto a la planificación, el Sevilla se pondrá duro. Quiere desterrar la imagen de equipo vendedor que ha tenido en los años precedentes, dado que gracias a las superventas de los pasados ejercicios y la de Aleix Vidal y los ingresos por sus éxitos europeos, ya no necesita hacerlo. De hecho, el club ya ha rechazado ofertas por algunas de sus piezas claves. La idea es remitir directamente a la cláusula de rescisión cuando algún equipo o intermediario pregunte por los grandes valores del Sevilla, con nombres señalados en rojo: Bacca, Krychowiak, Vitolo, Gameiro, Banega...

Emery está al tanto de esta filosofía y este viernes podría abundar en ese mensaje que el club quiere trasladar al exterior, aunque por mucho que, por boca de su presidente, su director deportivo o su técnico, prometa que no va a salir nadie tras la venta de Aleix Vidal, la amenaza de que algún futbolista quiera forzar su salida mediante su cláusula de rescisión es inevitable.

Por Krychowiak ya ha llegado alguna tentativa procedente de Inglaterra, desde donde advierten de que el Arsenal prepara una gran oferta, próxima a su cláusula de rescisión, que es de 30 millones. A ella remitirá el Sevilla si el equipo londinense cumple la amenaza que llega constantemente desde los rotativos ingleses.

Caso similar es el de Bacca. El futbolista se expondrá en ese gran escaparate que será este verano la Copa América desde el domingo, día del debut de Colombia ante Venezuela. Después de confirmarse como un delantero de primerísimo nivel en su segundo año, el delantero se presenta como una de las atracciones del mercado estival. Pero el Sevilla parte con la idea de remitir igualmente a su cláusula, también de 30 millones de euros, pese a que el jugador cumplirá 29 años en septiembre y puede presionar ante una gran oferta.

En abril pasado renovó Vitolo, otro futbolista por cuyas condiciones de mercado ya se ha interesado el Atlético de Madrid, y su cláusula de rescisión ascendió a los 25 millones de euros. Más baja es la cláusula de Banega, por las condiciones en las que firmó por el Sevilla, por dos años más otro opcional a cambio de 2,5 millones de euros, que son los que pagó por él el Sevilla al Valencia.

Pero no sólo de la fuerte respuesta que tendrá el club ante las ofertas se trató en la reunión del consejo. Sin entrar en los detalles de las negociaciones, se planteó la necesidad de realizar una fuerte apuesta para determinados puestos: un central contrastado y otro de proyección, un lateral derecho, un medio de empaque que sustituya a Mbia, dos o tres mediapuntas, dependiendo del desenlace de la renovación de Reyes, un tercer delantero si sale alguno... Los nombres de Konoplyanka y Kakuta están ahí. Por el segundo, la negociación sigue avanzando: Sevilla y Chelsea han acercado posturas.

En cuanto a las sanciones, Castro puso al día al consejo de las reuniones que ha mantenido con Javier Tebas y Ángel María Villar. La promesa de éstos de revisar y reducir las sanciones no choca con los recursos planteados por el Sevilla, que seguirán adelante. Además, remarcó la necesaria línea de erradicar los insultos del Ramón Sánchez-Pizjuán.