Fútbol, Nàstic... y la Copa
Líder El Betis debe mostrar su poderío ante un feble rival Once Dorado jugará y Mel podría apostar por el tridente
Heliópolis abre el nuevo año cargado de ilusión por la notable temporada que, hasta el momento, está realizando el Betis y por la bocanada de aire fresco que ha entrado en el club con la llegada del nuevo consejo de administración presidido por Rafael Gordillo. La afición está respondiendo al llamamiento del club, que desde el lema Haciendo Betis ha movilizado a una parroquia que esta tarde hará presencia en un buen número después de las largas colas que días atrás se han visto en las taquillas.
El bético acudirá hoy al final de la Palmera con la mente puesta sólo en el aspecto deportivo, olvidando los capítulos tan desagradables que tuvo aguantar con Oliver y sus adláteres y recordando aún esa Junta General Extraordinaria que supuso para el beticismo un regalo de Reyes anticipado. Pero esto es fútbol, y al fin y al cabo todo depende de que la pelotita entre y, pese a que el equipo que visita el feudo verdiblanco es penúltimo, no debería el Betis pecar de exceso de confianza ante un Nàstic que, con la llegada al banquillo de Juan Carlos Oliva -ocupó el puesto dejado por Luis César Sampedro- intenta respirar.
Curiosamente, el director deportivo del cuadro tarraconense es José María Nogués, aquel técnico que pasó por el filial y que tras ocupar el puesto de Paco Chaparro no evitó que el Betis cayera al pozo de la Segunda División.
Olvidando ese triste pasado y centrado en el presente, el Betis de Pepe Mel saltará al campo con un once en el que estará Dorado. El central cordobés, pese a su problema en la parte posterior del muslo, será de la partida en el eje de la zaga, aunque la duda está en saber quién será su pareja. No obstante, y pese a la vuelta de Miki Roqué y con la baja de Roversio, todo hace indicar que Belenguer será el que lo acompañe. Otra incógnita está en saber si el técnico madrileño apostará por el tridente para ir a por el partido desde el inicio ante uno de los equipos, a priori, más asequibles de la categoría. Todo apunta a que Emana, pese a sus dolencias en el tobillo, será de la partida y que Rubén Castro tendrá un sitio fijo. Jorge Molina e Israel se juegan otro puesto, por lo que de jugar el canterano el dibujo sería el 4-4-2. Por lo demás, Iriney, Beñat y Salva Sevilla seguirán siendo los encargados de llevar la manija en el centro del campo, donde estará una de las claves del partido. Los medios centro del equipo heliopolitano deben llevar la manija en todo momento, apretando a Seoane en la salida del balón. El ex centrocampista del Écija suele canalizar, junto con Miki, todo el juego del equipo catalán, por lo que si los chicos de Mel salen a morder desde el minuto uno, pondrían en serio peligro a un equipo al que le cuesta sacar el balón jugado.
Tendrá que tener cuidado el Betis con las internadas del lateral derecho Xisco Campos y con la velocidad y el regate de Morán, en la media punta. Además, el atacante holandés Berry Powel está causando buenas sensaciones y tendrá que ser muy vigilado por los centrales de un equipo verdiblanco que, no obstante, ha de demostrar su mayor calidad. Sobre todo, porque tendrá delante a un oponente que sólo ha cosechado dos victorias en lo que va de liga (2-0 ante el Girona y 0-2 en casa del Tenerife), siendo además uno de los equipos menos realizadores (13). Por ello, el rival del Betis, en este partido, es él mismo.
Si el equipo de Mel comienza el choque con cierta apatía no le irá bien las cosas, de ahí la importancia de la mentalización de cara a un encuentro que, de ganarlo, supondría un trampolín importante para encarar el choque de Copa en Getafe con mayor optimismo. Cierto es que la eliminatoria está complicada y que lo que toca hoy es la Liga, pero la afición bética aún confía en poder seguir adelante en la competición del KO y quiere llegar al choque del próximo jueves con el dulce sabor de una victoria ante el Nàstic. Eso alimentaría el deseo de pasar a la siguiente ronda.
Tampoco debe pasar por alto de cara a este encuentro, el hecho de que el Betis sabrá antes de saltar al césped el resultado del Rayo Vallecano-Celta, sus dos rivales directos. Esto debe suponer otro acicate más para los futbolistas de un conjunto verdiblanco que son conscientes de la importancia que tiene sumar los tres puntos, ya que después se enfrentarán a Huesca, Alcorcón y Villarreal B, también rivales propicios para intentar alcanzar la cifra de 50 puntos. Esto supondría un paso importante de cara a un ascenso que podría estar cifrado en más de 80.
Con todos estos ingredientes, los seguidores del Betis acudirán al Benito Villamarín con la esperanza de ver ganar a su equipo, aunque a buen seguro mostrarán su malestar por cómo, durante toda la semana, se ha tomado al equipo presidido por Gordillo como cabeza de turco en la espinosa y alargada guerra entre la AFE y la LFP. Con el choque ante el Nàstic y con el partido del Getafe en el horizonte empieza el Betis el nuevo año. Alea jacta est.
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