El entrenador del Sevilla, Gregorio Manzano, lamentó en la rueda de prensa posterior al partido no haber podido sumar dos puntos más, aunque reconoció que también su equipo estuvo cerca de perder: "Hemos hecho una muy mala primer parte. Nos vamos con un punto, pero el Mallorca, en el primer tiempo, pudo sentenciar. En el segundo acto, por méritos propios, hemos tenido ocasiones y jugadas clave para empatar. Lo hicimos e incluso pudimos llevarnos los tres puntos, aunque nuestro rival también apretó y pudo ganar".

En cuanto a las posibilidades matemáticas de cara a disputar la Liga de Campeones, el preparador del cuadro nervionense prefirió dejar el análisis para después del partido entre el Valencia y el Villarreal: "Nos alejamos y queda una semana menos, pero de momento hay que esperar a ver qué ocurre en Mestalla. Está claro que si gana el conjunto amarillo todo se nos complicaría aún más".

Otra cuestión que trató el preparador de Bailén es el cambio de Romaric, dejando claro que todo se debió a "una cuestión del guión": "Teníamos la idea de controlar el centro del campo, desde el inicio, para que el Mallorca no nos creara peligro al contraataque, pero el primer gol que encajamos nos cambió los planes. Al ir por detrás en el marcador, decidí que Rodri entrara para tener más posibilidades de ataque".

Al margen del partido en cuestión, Manzano fue bombardeado por cuestiones referentes al trato del público: "He estado en esta casa durante seis temporadas y ésta es la afición que habíamos demandado, pues no ha dejado de animar al equipo. Además, los aficionados siempre son soberanos y pueden expresarse como quieran".

Tantas fueron las preguntas sobre su vuelta a Mallorca, que el técnico del cuadro sevillista tuvo que cortar, por último, ese asunto de forma radical: "Todo esto era previsible. No creo que se deba insistir más en este aspecto. Lo importante es que el Sevilla está cerca de afianzarse en un plaza para la UEFA y sigue con opciones de Champions".