De un tiempo a esta parte, el fútbol femenino va abriéndose un camino que nadie mejor que sus protagonistas han aprendido a forjarse con años de duro e invisible trabajo. Haciendo bueno el dicho de que todo esfuerzo tiene su recompensa, la selección española hará el martes su debut en el Mundial de Canadá 2015 frente a Costa Rica a las 22:00 (hora peninsular) en el Estadio Olímpico de Montreal.

En la que será su primera comparecencia en la cita más importante del fútbol internacional, las pupilas de Ignacio Quereda, encuadradas en el Grupo E, confían en superar la primera fase. Dos sevillanas, Lola Gallardo y Melanie Serrano, están entre las elegidas para lograrlo.

El balompié se cruzó en la vida de Gallardo y Serrano a edades muy tempranas. Desde niñas ya supieron que no podían despegarse de la pelota, si bien la primera pronto despuntó bajo los palos y la segunda se labró un perfil como lateral izquierdo.

A diferencia de muchas de sus compañeras en el combinado nacional, las sevillanas militan en equipos españoles. Melanie, que nació hace 25 años en la pequeña localidad de Marismillas, lleva casi una década defendiendo los colores del Barcelona, equipo con el que ha ido creciendo desde sus categorías inferiores y junto al que hace unas semanas festejó el título de Liga al finalizar la temporada con ocho puntos más que el Atlético de Madrid, su máximo rival en esta lucha.

Serrano ganó así la partida a su paisana Lola, que defiende la elástica rojiblanca desde hace tres temporadas. Pese a su juventud (21 años), la guardameta se ha convertido en un pilar fundamental para su entrenador, Miguel Ángel Sopuerta, contribuyendo a que su equipo, con 21 tantos en contra, fuera el segundo menos goleado de esta campaña. Gallardo, eso sí, parte como suplente en Canadá por detrás de Ainhoa Tirapu, pero su extraordinaria progresión en los últimos años la convierten en una portera de garantías con vistas al futuro.

Porque si una cosa tienen clara las españolas es que no quieren que su primera comparecencia en un Mundial quede en mera anécdota. Tras años de dedicación bajo la batuta de Quereda -en el cargo desde 1988-, las féminas sueñan con sorprender a la también debutante Costa Rica, plantar cara a la favorita de su grupo, Brasil, que atesora siete participaciones en su currículo, y doblegar a una Corea del Sur que no acudía a una cita de este tipo desde Estados Unidos 2003. Una histórica hazaña que quedará por siempre grabada en la historia de la selección femenina y que tendrá un especial color sevillano.