No quiso lanzar Pepe Mel las campanas al vuelo, conocedor de la idiosincrasia de la afición bética, pero tampoco pudo ocultar su satisfacción tras una victoria que devuelve a su equipo a la primera plaza de la clasificación.

"Lo importante es que vamos primeros, que tenemos confianza y hacemos el fútbol de antes. No teníamos que haber sufrido tanto. Quedan ocho partidos, son muchos puntos y hay que continuar trabajando. Hemos dado protagonismo a la pelota, esto se trata de llevar un balón y lo tratamos de proteger y cuidar. Si alguien se merece ser primero, somos nosotros. El Betis está demostrando que no es cierto que en Segunda no se pueda jugar a fútbol", manifestó el técnico, que lamentó la falta de acierto de la primera parte: "No se puede fallar tanto. Hemos ido 0-0 al descanso y luego hemos regalado dos goles. A través del juego nos teníamos que haber ido en ventaja mucho antes. Hemos puesto el fútbol y el ritmo del partido ante un equipo como el Xerez".

Pero Mel no quiere confianzas y su mensaje se dirigió a mantener la calma. "Merecimos ganar y desde el principio lo encaramos con ese ánimo. No queríamos dejar pasar la oportunidad. Conozco esta ciudad, lo que rodea al Betis y hay que pensar en el Cartagena. Quedan partidos y ya demostramos que podemos perder cinco seguidos, por lo que no cabe relajarse. Si pensamos que el Celta está fuera de la lucha, nos vamos a equivocar. Yo le pido a los jugadores que sean campeones", dijo el técnico, que destacó la recuperación exhibida: "Si te complicas la vida en febrero, el problema es para el entrenador, que suele pagar las culpas. Tuvimos tranquilidad tras cinco derrotas y hemos vuelto a ser el equipo que somos. El problema es que esta pájara sea en este mes y entonces lo tienes en inglés. Me siento querido por mi presidente, que me defendió en un momento complicado".

Por último, Mel personificó en algunos jugadores. "Estoy contento con los últimos minutos de Ezequiel y Cañas. Uno nos ha dado seguridad y otro ha sabido tenerla. El vestuario está comprometido y es fundamental en todo lo que está pasando. Después de 33 jornadas somos líderes, no se le puede pedir más. A Emana me gusta picarle, espolearle, que se sienta en el ojo del huracán. A mí me pagan para ganar y a él para jugar bien".