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Morón continúa su sueño de plata

  • Aceitunas Fragata afronta su segunda temporada consecutiva en LEB Plata El club ha sido uno de los más intensos en el mercado de fichajes durante las primeras semanas

"Ahora, con el contador a cero, iniciamos la temporada 2016-2017", anunciaba el comunicado de Aceitunas Fragata Morón tras la derrota con la que cerraba un exitoso estreno en LEB Plata. Acababa de perder la eliminatoria con el equipo que a la postre sería campeón en el play off por el ascenso. Forzó el tercer partido en un primer año de ensueño, pero, sin perder la senda del trabajo, quería ser el más madrugador en verano. Y no le faltaba razón. Ha sido el líder de su categoría en el mercado, moviendo fichas con velocidad y destreza.

Hasta tres jugadores con nombre y experiencia en la categoría, además de dos importantes renovaciones han sido anunciadas por los moronenses en las últimas semanas. Actualmente, el club trabaja en concretar quién formará el juego interior, tras apresurarse en mejorar el nivel exterior de años anteriores. El presidente, Raúl Pérez, cree que la clave a la hora de ser efectivos en el mercado es la seguridad económica que transmiten a los nuevos jugadores: "Saben que en otros equipos pueden ganar más dinero, pero tienen la duda de si lo cobrarán o no. Ellos son conscientes de que lo que firman aquí lo van a cobrar sin retraso".

La incorporación de Tyler Gaffaney se antoja como una de las más interesantes del verano. Morón se adelantó a otras ofertas, adquiriendo a la mejor muñeca de la categoría: un 48,4% en triples promedió el norteamericano en el filial del CAI Zaragoza la pasada campaña, su primera en España. A sus 24 años, el escolta es una de las grandes esperanzas de la afición del Alameda.

La plantilla también se ha refrescado este verano con promesas. Dos jóvenes talentos del baloncesto español llegan a la ciudad del gallo para la 2016-17. José Alberto Jiménez cambia de equipo en la categoría tras su paso por el Óbila. Formado en la cantera de Unicaja, el versátil exterior (ha llegado a desempeñar las funciones de ala-pívot) probó suerte en la liga universitaria americana, llegando a ser internacional con la selección española sub 18 y sub 19. Compartirá vestuario con Rubén Gutiérrez, prometedor base que busca asentarse en la categoría tras su paso por el Iraurgi Saski Baloia; aportará con sus minutos un estilo más pausado en la dirección de juego.

En cuanto a renovaciones, Aceitunas Fragatas Morón ató a los hermanos Marín, pilares fundamentales en la pasada campaña. Javi, el pequeño, busca asentarse como director de orquesta. Alo volverá a ser una de las referencias ofensivas, tras finalizar el pasado curso como el segundo máximo anotador del equipo.

En el apartado de bajas, quedan confirmadas por el momento la marcha de Mike Phillips y la de Juan Toledo, que jugará en EBA con el Club Baloncesto Utrera. Por su parte, Rafa Rufián podría continuar, pero con un papel bien distinto al que acostumbró el capitán en los últimos años: tras la marcha de Eloy Ramírez, técnico que obró el ascenso en 2015, Rufián podría ser el segundo entrenador de Javier Fijo, cuya renovación se está negociando durante estos días.

El rápido movimiento de fichas de Pepe Reina, director deportivo, permite al equipo soñar. "Si Pepe ficha un par de pívots de nivel, veremos...", deja caer un ilusionado Raúl Pérez. "Como mínimo, repetir el resultado de la pasada temporada. Incluso, la ambición nos hace pensar en los cinco primeros puestos", asegura.

La idea es que el equipo empiece a entrenar en septiembre, contando con un mes de preparación para una LEB Plata que comenzaría en octubre. Pretemporada que Morón espera desarrollar esta vez con normalidad, tras los problemas relacionados con la obligada remodelación del pabellón y el parquet del año pasado. La directiva trata de solucionar ahora algunas dificultades, como los fallos del reloj de tiempo y la necesaria incorporación definitiva de gradas auxiliares.

Y es que la afición es uno de los mayores atractivos de un club que se presenta como una de las mayores esperanzas de la categoría. "En los play off, los rivales nos comentaban alucinados que jugar aquí era una gozada", presume Pérez, que denota cansancio e ilusión a partes iguales. Comienza la cuenta atrás para que el Alameda vuelva a rugir, dejando con la boca abierta a propios y extraños. Será en unos meses; el sueño de la plata continúa.

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