El Parlamento Europeo ha emitido un informe sobre la política de deporte dentro de la Unión Europea que debe ser votado este martes y que se opone firmemente a la Superliga Europea. 

El informe del Parlamento aboga "por un modelo europeo del deporte que reconozca la necesidad de un compromiso sólido con la integración de los principios de solidaridad, sostenibilidad, inclusión, competencia abierta, mérito deportivo y equidad", principios que chocan abiertamente con la competición que ideó Florentino Pérez, junto a otros grandes clubes continentales, aunque actualmente sólo está apoyada por el Real Madrid, el Barcelona y la Juventus.

El informe se opone firmemente a "las competiciones escindidas que socavan estos principios y ponen en peligro la estabilidad del ecosistema deportivo en general". Asimismo, señala que "todas las partes interesadas en el deporte y las autoridades nacionales deben fomentar estos principios".

El Pleno del Parlamento Europeo respalda a su Comisión de Cultura y Deporte en este sentido. En la misma idea, la Comisión Europea, que estuvo en el debate sobre política y deporte de la sesión plenaria del lunes, lanzó un mensaje muy contundente en contra de la Superliga.

Tomasz Frankowski, eurodiputado polaco y vicepresidente del Grupo de Deportes, el comisario Europeo, Margaritis Schinas, y varios eurodiputados más han trabajado en este informe que pretende zanjar y cancelar definitivamente la aristocrática Superliga Europea.

El polaco Frankowski, el austríaco Heide y la alemana Kammerevert, además del comisario Schinas, hicieron apología del actual modelo europeo del deporte y se opusieron frontalmente a la Superliga europea.

Al mismo tiempo, hicieron un llamamiento para que las instituciones europeas y los gobiernos nacionales se sigan oponiendo a este tipo de iniciativas supremacistas.

El comisario Schinas destacó la "asimetría" existente entre los límites de la competencia de la Comisión Europea en materia de deporte y las expectativas que tienen los ciudadanos. Y recordó que hasta hace poco había una situación similar en materia de política de salud y la Unión Europea la corrigió para tener más competencias.