Aunque la ausencia de un director deportivo -y de proyecto para la próxima temporada- supone un freno para los muchos frentes abiertos, el club verdiblanco, a través tanto del vicepresidente, Fernando Casas, como de la secretaría técnica sí ha mantenido conversaciones con algunos jugadores de la plantilla de cara a conocer su postura para la próxima temporada. Uno de los implicados es el francés Damien Perquis, quien ya le ha comunicado a la entidad que no le importaría continuar en Segunda, aunque con algunos matices.

Al central le queda un año más de contrato, con la pertinente rebaja en su ficha tras el descenso, por lo que su continuidad pasaría por la ampliación del mismo con una serie de condiciones que irían ligadas a la consecución del ascenso. En el club verdiblanco no se tiene decidido qué hacer con Perquis, de ahí que no se le haya trasladado por ahora una respuesta definitiva, a la espera de contar con la opinión de los futuros gestores deportivos de la entidad. Los problemas con las lesiones sufridos por Perquis desde su llegada al club serían uno de los puntos que no acaban de convencer a los actuales dirigentes.

El francés, eso sí, ya habría manifestado su deseo de seguir en el Betis e incluso no pondría problemas a la reducción de su ficha, al sentirse en deuda con el club verdiblanco, después de los numerosos contratiempos que ha sufrido desde que firmase en el verano de 2012.

Casos parecidos, aunque con sus respectivas particularidades, ocurren con Rubén Castro y Amaya. Con ambos se sentaron a negociar hace unos meses las ampliaciones de sus contratos, pero los cambios en la cúpula verdiblanca han significado un giro radical en las posturas. Los futuros del canario y del madrileño parecen ahora mismo alejados de Heliópolis, por más que ambos hayan manifestado en más de una ocasión que querrían continuar en la entidad.

"Hay un 10% de posibilidades de que renueve con el Betis, pese a que no tengo nada firmado con otro club. Si mañana me ofreciesen una renovación con rebaja de sueldo incluida, yo firmaría. Llevo mucho tiempo para llegar a un acuerdo y me está afectando la situación institucional", manifestó Amaya sobre su futuro en Canal Sur Radio, donde también se refirió al descenso del equipo y cómo ha afectado al vestuario: "Cada uno lo lleva como puede, pero estamos sufriendo mucho. Yo le tengo un cariño especial a este club y estoy sufriendo mucho".

Rubén, mientras tanto, tiene claro que para continuar en el Betis quiere mantener su ficha actual en Segunda -que ronda el millón de euros-, a la vez que ampliar su vinculación hasta 2016, algo que no acaba de convencer en el club bético, después de los diversos problemas que ha sufrido el canario esta temporada.

Ante esta situación, el futuro del delantero se aproxima al Málaga, que ha reconocido públicamente su deseo de contar con sus servicios, al mismo tiempo que ya le habría realizado una propuesta. Rubén prefiere la opción del Betis, pero también considera que en la capital costasoleña se podría llegar a sentir tan a gusto como en Sevilla.

No existe una única realidad en el vestuario del Betis, por lo que la necesidad de aclarar el proyecto de la entidad se antoja indispensable. Perquis, entre otros, ya ha dejado clara su postura y se muestra dispuesto a liderar el equipo del retorno a Primera, aunque la decisión final corresponderá al club bético.