Sólo tres jugadores, únicamente un trío excepcional, estuvieron por delante de Kristaps Porzingis en el draft de la NBA que se celebró la noche del jueves al viernes en el Barclays Center de Nueva York. El éxito no tiene precedentes para el baloncesto sevillano, que ve cómo un letón criado en el laboratorio de San Pablo desde los 15 años fue elevado a los altares en el mediático sorteo para competir con los mejores del mundo en la mejor liga del mundo. El sueño del báltico, que en agosto cumplirá 20 años, sólo ha hecho empezar y será a partir de ahora cuando tenga que demostrar en una franquicia tan renombrada como decepcionante en los resultados últimamente que de veras quiere ser alguien en la élite.

Encima, el CB Sevilla o el Caja, recuperando la versión de toda la vida, se llevó una alegría por partida triple, y eso que anda de capa caída tras un año deficiente en lo deportivo y puede que catastrófico en lo institucional si no encuentra inversores o compradores a partir del 1 de julio, cuando Jefferson Capital Funding salga del capital de la entidad. Además del glorioso bombazo de Porzingis -hay que recordar que una estrella como Pau Gasol fue escogida en el tercer puesto y Ricky Rubio, en el quinto-, algunos trasnochadores echaron unas lagrimitas cuando a la fantástica noticia del letón se unían las elecciones de Willy Hernangómez, elegido por los Sixers en el lugar trigésimo quinto y traspasado acto seguido precisamente a los Knicks, y de Nikola Radicevic, en la posición quincuagésima séptima gracias a los Nuggets, ambos en segunda ronda.

La proyección de Sevilla se ha disparado merced al reconocimiento al delicado y lento trabajo que se ha venido realizado en el pabellón de Kansas City desde hace varias temporadas. Ha sido una campaña publicitaria en toda regla para un club que vive realmente horas bajas exhibir a tres de sus promesas -el madridista Hernangómez ha disfrutado de dos campañas a pleno rendimiento en la ACB gracias al conjunto hispalense-, como también antes ocurrió con Tomas Satoransky, también elegido hace unos años en el draft, pero en segunda ronda.

Porzingis dejará un buen dinero en el club que lo pulió, mientras que Hernangómez debería volver al Real Madrid y a Radicevic aún le quedan un par de campañas por estos predios. El letón, dado el pronóstico que lo colocaba en el Top 10 e incluso en el Top 5, sí estuvo presente en la cita de la Gran Manzana, no así sus compañeros de equipo. Engalanado con un traje nada discreto con el tono de la bandera de Letonia y acompañado por sus padres y sus dos hermanos, el ala-pívot cajista respiró tranquilo y feliz cuando escuchó su nombre en una posición muy alta.

"Muy orgullosos". Eso escribió el CB Sevilla en su cuenta de Twitter, donde felicitó a sus tres chicos. "Es un sueño hecho realidad jugar en los Knicks. Quería verme en esta situación después de visualizarlo durante un tiempo. Ahora que estoy aquí, sólo quiero ponerme a trabajar. Creo que tengo suficiente talento para ser ese jugador especial que puede ayudar a la franquicia a obtener mejores resultados. Quiero ser ese hombre". Palabra de Kris.