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'Pucelazo' en el adiós a la Copa (70-68)

  • El Cajasol cae en la batalla por el primer reto del curso por claros deméritos propios · Las pérdidas y los triples condenan al cuadro sevillano en Valladolid

El Cajasol se despide del primer gran objetivo de la temporada: la Copa del Rey. No es matemático, pero depende de otros resultados y necesita derrotar al Real Madrid el jueves en casa y al Bilbao en su feudo el domingo para aspirar a la pelea final. Sin ser imposible, lo parece. Y no estará en Madrid 2011 al perder la batalla de la garra planteada ayer por el Blancos de Rueda, un modesto con corazón de león que ganó todos sus compromisos en el Pisuerga salvo el del Barcelona. Y cumplió en la matinal de ayer para acercarse y rozar con los dedos un hito para este equipo, volver a la competición copera tras 13 años sin pisarla. Más de una veintena de pérdidas (22) y un ridículo porcentaje de tres puntos (17%) enterraron a un Cajasol que aun así dispuso de la última bola, que no anotó Urtasun en un mal partido del navarro, para forzar el empate o incluso la prórroga. El Pucelazo obligará a los cajistas a ver la Copa por televisión.

 

No hacía el frío que pega para estas fechas en un Valladolid plagado de pingüinos moteros, que celebraban su quedada anual estos días, y que bullía a la espera de que el Blancos de Rueda dé las alegrías que faltan en el fútbol. El Pisuerga está a tope por primera vez en el curso, aunque de primeras hay una mala noticia: Báez no podrá jugar por problemas físicos.

 

El Cajasol, obligado a ganar o ganar, mostró su bipolaridad en una primera parte emocionante. Cuando se puso firme en defensa y estable en ataque, mandó. Contó con ocho puntos de margen en el primer cuarto (6-14) merced a un triple de Ivanov, pero la otra cara de Jano apareció al instante para encajar un parcial de 10-0 en contra (16-14) debido principalmente a la intensidad atrás de los pucelanos, estadística en la que destacan esta campaña.

 

En el segundo episodio hubo un dominio mayor de los sevillanos, aprovechando el poderío en el rebote ofensivo de Davis, Katelynas, Ivanov y Triguero; incluso Popovic se apuntó al festín de las capturas. Pero todo lo que dio la segunda opción, lo quitó la pérdida. El Blancos de Rueda, estando seis abajo, puso la carne en el asador para asfixiar la salida del balón de los sevillanos. Hubo una secuencia repetida hasta tres veces de robo y puntos de los locales, para desesperación de Plaza y felicidad de Slaughter y Robinson, dos tormentos. En el último minuto antes del descanso recuperó el aire el Cajasol con una canasta de Triguero sobre la bocina, un triple de Bullock y un contragolpe de Van Lacke anulado por fuera de tiempo, motivo por el que el trío arbitral, nada condescendiente con los visitantes antes, se llevó la bronca del Pisuerga: 38-40.

 

No fue malo el inicio tras la vuelta de los vestuarios, principalmente porque el Blancos de Rueda no anotaba. Pero el Cajasol tampoco. Así que con un parcial de 4-2 para los locales se llegó a la mitad de la estación, donde despegó algo el equipo de Plaza, pero no lo suficiente para asustar a los aguerridos pucelanos, que apenas notaron la cuarta falta de Barnes, otro mal en el mermado juego interior. Los cajistas se ofuscaron con marcharse en el marcador con triples y fue imposible. Sólo Davis salvaba la papeleta ofensiva de un bloque que llegaba tres abajo a los 10 minutos decisivos.

 

En éstas salió la versión heroica del Blancos de Rueda. El gris Kirksay metió primero, pero Diego García metió un doloroso triple sobre la bocina, Martín culminó una contra, Slaughter aprovechó un tiro libre, más tarde le ocurrió igual, y Van Lacke encestó una bomba de categoría. Davis resistía con el rebote ofensivo, pero Stanic clavó otro triple.

 

Con 11 abajo y medio cuarto por jugar, la zona dio sus frutos y tras un parcial de 2-12, el partido estaba en un pañuelo, con los sevillanos a un punto y más de un minuto por delante. El nerviosísimo Robinson regaló dos bolas, pero Satoransky perdió otra, previa falta, y el Cajasol no volvió a encestar, pese a que Van Lacke erró un tiro libre y dejó 18 segundos a su rival para intentar ganar o empatar. Y perdió, como suele ser habitual fuera de San Pablo. Este año la Copa será jugada por un Blancos de Rueda mimético al Cajasol del pasado curso: corazón, defensa y sufrimiento.

 

A los de Plaza les queda darlo todo por si sonara la flauta en las dos últimas comparecencias; si no, a pensar en la Eurocup y también en el play off, con la ventaja de jugar ahora nueve en casa y ocho fuera en la segunda vuelta. 

Ficha técnica: 

70 - Blancos de Rueda (17+21+15+17): Dumas (2), Van Lacke (13), Robinson (13), Barnes (2), Nacho Martín (4) -cinco inicial-, Stanic (10), Slaughter (17), Isaac López (-), Edu Ruiz (-), Diego García (9) y Pablo Esteban (-). 

68 - Cajasol (16+24+10+18): Storansky (8), Bullock (10), Kirskay (10), Ivanov (6), Davis (19) - cinco inicial-, Popovic (-), Sastre (-), Urtasun (5), Triguero (8) y Katelynas (2). 

Árbitros: Amorós, García Ortiz y Calatrava. No hubo eliminados. 

Incidencias: Encuentro correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga ACB, disputado en el pabellón Pisuerga ante 6.055 espectadores. 

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