Fútbol l Liga Adelante

Punto con sabor agridulce

  • El Sevilla Atlético consigue un empate en Mendizorroza tras desperdiciar una ventaja de 0-2 lograda en el primer cuarto de hora · El portero Mario Ruyales evitó la derrota (2-2)

El Sevilla Atlético pudo cortar la sangría de derrotas consecutivas con una victoria en el siempre difícil terreno de Mendizorroza, campo donde el primer equipo disputó verdaderas batallas cuando el Alavés era equipo de Primera. Pero al filial este año no le sale casi nada, y prueba de ello es que continúa como colista a cinco puntos de la salvación, una distancia importante cuando sólo se han disputado once jornadas de la Liga Adelante.

Con lo complicado que es ponerse por delante en el marcador cuando se juega fuera de casa, el conjunto de Fermín Galeote lo hizo, y además por partida doble. En el minuto 12 ya ganaba 0-2. Y al final terminó pidiendo la hora. Las circunstancias a las que se ha tenido que acostumbrar el filial para esta temporada.

Fue un partido nervioso, vibrante y muy movido, en el que los locales pagaron muy caros sus errores al comienzo del lance en la zaga, sobre todo por parte de Almirón. Apenas puesta la pelota en movimiento, el defensa lateral zurdo del filial sevillista, Alberto de la Bella, abrió el marcador de un buen remate que se coló por la escuadra, tras un error defensivo del combinado alavesista.

La primera réplica del cuadro local no llegó hasta el 9, con un gran remate por bajo de Íñigo, que salió rozando la cepa del poste derecho del marco visitante. Un fallo garrafal en la entrega del balón por parte de Almirón permitió a Armenteros ceder la pelota al hueco libre, justo en el centro del área, al finlandés Pukki, quien remató a placer con el pie hasta el fondo de las mallas.

El equipo vitoriano siguió sin carburar en los siguientes minutos de la primera mitad con un Almirón nervioso y sin sitio en el centro de la zaga, convirtiéndose en un auténtico coladero ante la rapidez y calidad técnica de Pukki y Armenteros. Sin embargo, en un arranque de genio, por parte del combinado vitoriano, los de José María Salmerón lograron acortar distancias en el minuto 24, tras un centro de Caneda que cabeceó perfectamente a las mallas el extremo Roberto Cuevas.

Diego Perotti estuvo a punto de lograr el tercer tanto para el equipo filial, pero su remate de cabeza en muy buena posición salió fuera con todo a su favor.

En el segundo periodo hubo mayor dominio territorial del equipo vitoriano, con Javi Guerra muy trabajador, aunque sin pegada ni puntería en los metros finales ante el marco defendido por Mario Ruyales. Los locales comenzaron a fiarlo casi todo, a partir de aquí, a las jugadas de estrategia. En el minuto 70, el punta Igor Martínez, que acababa de entrar en el terreno de juego, hizo el empate a dos goles de remate por alto y con la izquierda.

De ahí al final, con la expulsión de Marc Valiente por medio, Mario Ruyales salvó a los sevillistas.

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