El Baloncesto Sevilla inicia una nueva etapa. Jefferson Capital Funding, tras un año para olvidar, ya es historia y ahora, una vez más, tocará reiventarse para que el próximo verano no vuelva a ser un sinvivir.

La salida producida hace unos días de José Luis Galilea, que ocupaba los cargos de director general y deportivo, Francisco Viudes, director de marketing, y Audie Norris, técnico ayudante, supone volver a la casilla de salida. Se empieza de cero, pero los objetivos son los mismos con los que llegó, a bombo y platillo, el fondo de inversión norteamericano en el verano de 2014: encontrar un patrocinador y crear los recursos para ser (o intentar ser) auto suficiente. Misión casi imposible, a tenor de lo que ocurre en el resto de conjuntos de la ACB, en los que es fundamental la ayuda pública, pero el CB Sevilla necesita reiventarse para dismunuir en la medida de lo posible su dependencia de terceros.

Ya lo atisbaron hace años los antiguos gestores, cuando empezaron a contratar a jóvenes promesas a las que pulirían, disfrutarían y, posteriormente, venderían. A poco que salga uno bueno, compensa. Y así ha pasado con Satoransky y Porzingis, que han dejado un buen dinero en la caja.

Esa política será vital en el futuro y de ahí la apuesta por jugadores como Miljenovic, que actuará en el primer equipo como el balear Tomeu Rigo -que ha renovado recientemente-, los georgianos Goga Bitadze y Giorgi Tvalabeishvili o el croata Leo Cizmic, entre otros.

A partir de ahí, es fundamental crecer con un esqueleto sólido en el equipo y contratar a un par de profesionales que den a la entidad un nuevo impulso. La base para el futuro está formada, ya que, a diferencia del pasado año se ha planificado pensando más allá de la campaña a jugar: Radicevic, Miljenovic, Bamforth, Berni Rodríguez, Oriola y Rigo tendrían contrato para la 2016-2017.

Pero mal haría el club en quedarse ahí. A excepción de Henton, a quien Galilea vio en la Liga de Verano de Las Vegas, el resto de la planificación ha corrido a cargo del entrenador, Luis Casimiro, y el presidente, Fernando Moral. Será necesario reforzar esa parcela con la figura de un nuevo director deportivo que cubra esa faceta, al igual que ocurre con el márketing. Apostar por alguien de la casa que se dedique en exclusiva a esa labor, o acertar con la incorporación de otro experto en la materia que atraiga por fin patrocinadores, o al menos un espónsor fuerte, a San Pablo. Reinventarse de nuevo, en definitiva, para no morir.