El fútbol español reaccionó ayer con indignación a los sucesos ocurridos el miércoles con los radicales del Benfica en el estadio Vicente Calderón y el Gobierno prometió una "respuesta" contra la acción de los violentos.

El secretario de Estado para el Deporte, Miguel Cardenal, calificó como "extraordinariamente grave" lo ocurrido durante el encuentro entre Atlético y Benfica, cuando hinchas radicales portugueses encendieron decenas de bengalas y arrojaron varias a aficionados españoles que estaban en la grada inferior.

"Tendrá una respuesta a la altura del desafío que supone", aseguró Cardenal, quien transmitió a los aficionados españoles "el compromiso inequívoco y sin excepciones de convertir los estadios en entornos seguros donde se pueda disfrutar en familia de los espectáculos".

Los sucesos fueron objeto de gran atención mediática ayer en Madrid, donde se sucedieron los testimonios de aficionados que aseguraron que pudo haber ocurrido una tragedia. "El partido transcurría como una fiesta. Ganaba el Atleti, el niño se lo estaba pasando bien y cuando marcó el Benfica los ultras del Benfica empezaron a subirse por una pequeña red. La seguridad no hizo nada para remediarlo", relató a Radio Marca el padre de un niño de dos años que tuvo que ser atendido por quemaduras provocadas por las bengalas arrojadas sobre ellos.

"Cuando vimos caer la bengalas pudimos observar que cayeron en la espalda del niño. Yo la quité del asiento, que acabó prendido. Pude ver cómo seguían cayendo más bengalas y a una socia (aficionada) que estaba a nuestro lado le arrojaron una botella que le dio en el cuello. También orinaron encima", añadió el aficionado español.

"Por las noticias que tengo no hay que lamentar ninguna circunstancia especialmente grave, pero tenemos que evitar que se den las circunstancias de riesgo", expresó Cardenal.

"La valoración que hay que hacer es que estamos mejor que hace un año, eso es indudable, pero no hay que relajarse ni confiarse. Hay que seguir trabajando", agregó al analizar la seguridad de los estadios de fútbol españoles, después de las últimas actuaciones realizadas para evitar la violencia.

El Benfica pidió disculpas al Atlético de Madrid por los sucesos, reflejados en un informe del delegado de UEFA para el partido, un escrito que podría suponer una dura sanción para los dos clubes implicados.