EL VERDUGO | CRÍTICA DE TEATRO

La perfección: Espejo Negro

Los intérpretes José Vera Nicart, Carlos Cuadros, Laín Calvente y Susana Almahano, almas de las marionetas.

Los intérpretes José Vera Nicart, Carlos Cuadros, Laín Calvente y Susana Almahano, almas de las marionetas. / José Luis Gutíerrez

El Espejo Negro de Ángel Calvente y Carmen Ledesma es por derecho propio una de las compañías andaluzas con mayor proyección nacional. Poseedora de un sello inimitable que le ha granjeado, cumplen su 35 aniversario en este año, el respeto del público y el reconocimiento de los profesionales a todas sus producciones (Premios Max y los últimos cuatro Premios Lorca. incluido el de mejor espectáculo, conseguidos por El verdugo en su pasada edición).

Maestros de muchos artistas que han aprendido de ellos el arte de la marioneta a la que han convertido, junto a la técnica de sus intérpretes, en una exquisitez que bien podría considerarse perfecta. Con esta versión de la magnífica película El verdugo de José Luis García Berlanga y Rafael Azcona, Ángel Calvente roza el cielo. La España negra de la dictadura, el sacrificio de unas vidas por conseguir un piso en el que vivir dignamente es, desgraciadamente, una realidad que se vuelve a vivir hoy en día.

Esta obra es la consecuencia de un trabajo constante, fiel siempre a una idea del teatro como  espacio de libertad absoluto y que Calvente ha insuflado en todos sus espectáculos. Una alegría de vivir que se transmite en ese estilo propio que, aún manteniendo la fidelidad al original, hace que la obra crezca con esas canciones populares que la convierten en una delicia para ser contemplada, disfrutada y vivida con total admiración.

Si hay algo que resulta inexplicable es por qué los espectáculos de El Espejo Negro no encuentran sitio en las programaciones de nuestros teatros Central y Lope de Vega. Afortunadamente, el FIT nos permite disfrutar de sus producciones cada año.

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