Desde Venezuela hasta China, de Marruecos a Cuba o del Congo a Ucrania; la delegación olímpica española no habrá ganado hasta ahora ninguna medalla en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, pero no está lejos de un podio en la prueba de multiculturalidad. España es un país de contrastes y su villa olímpica no es una excepción: 22 de los 282 atletas nacieron en 15 países lejos del territorio español.
El pívot de la selección de baloncesto Serge Ibaka, que nació en el Congo y se nacionalizó de forma express, o el jugador de tenis de mesa He Zhi Wen (apodado Juanito), que se crió en China, son dos de los casos más conocidos o mediáticos. Pero hay corredores, saltadores, pertiguistas, lanzadores de jabalina y de disco, jugadores de balonmano, fútbol y waterpolo, jinetes, boxeadores y nadadores.
El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, defiende fervoroso la nacionalización de los deportistas. "El origen no marca nada. Nadie puede cuestionar a un atleta que lleva muchos años en España o es hijo de padres nacidos fuera del país", señala Blanco. "Si se cumple con las leyes, nadie tiene que escandalizarse. Al revés, hay que aplaudirlo", agregó el también presidente de la candidatura olímpica Madrid 2020.
"Otra cosa es mercadear con la nacionalidad por beneficios. No se puede vender una bandera. Pero en el caso de España, los deportistas de distintos orígenes nos enriquecen y nos hacen mejores", continuó. El atletismo es el deporte en el que más españoles de origen extranjero compiten. Tres de Cuba, uno de Ecuador, dos de Marruecos y uno de Ucrania: fuerza, potencia, resistencia y técnica. Cuatro de ellos participaron en los Juegos de Pekín 2008, siendo Franck Casañas, lanzador de disco de origen cubano, el que mejor resultado obtuvo, el quinto lugar.
Las porterías de balonmano estarán defendidas por Arpad Sterbik, de origen serbio, en el equipo masculino y por Mihaela Ciobanu, que nació en Rumania, en el femenino. Un caso especial es el boxeo: España sólo tiene dos representantes en Londres y ambos nacieron en República Dominicana, Kelvin de la Nieve y Jonathan Alonso. "Aprendimos a boxear con españoles. España nos enseñó este deporte", según dice De la Nieve, que aunque sabe que es dominicano, se siente español.
El futbolista Rodrigo nació en Brasil, al igual que el jugador de waterpolo Felipe Perrone Rocha y la nadadora Duane da Rocha. El tenis de mesa no habla sólo chino, idioma que domina el deporte desde hace varias décadas; todas las medallas de los últimos cuatro mundiales volaron hacia el gigante asiático. Junto con Yanfei Shen Zhang y Juanito están Galyna Dvorak Khasanova, de origen ucraniano, y los nacidos en España Sara Ramírez Bermúdez y Carlos David Machado.
Cuba, Ucrania, Marruecos, Ecuador, Congo, Rumania, Serbia, República Dominicana, Brasil, Venezuela, Francia, Hungría, China y Suiza: el abanico de culturas en la villa española es inmenso. "No hay ningún debate, es enriquecedor", señaló Blanco, feliz con la multiculturalidad, no tanto con la sequía de medallas.
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