Apuró hasta el último día, entrada bien la tarde cuando apenas quedaban unas horas para el cierre del plazo, pero el Unicaja finalmente se decidió por Earl Calloway. Tenía pendiente otra operación, no salió y se lanzaron a por el base con visado búlgaro enviando a la Liga ACB una propuesta de dos temporadas, con un sueldo notablemente mejor que el que el pasado viernes pusieron encima de la mesa por Urtasun.

La situación es la siguiente: el Cajasol dispone hasta la medianoche del lunes para igualar la oferta de dos campañas por el escolta, mientras que la fecha límite para equiparar la proposición costasoleña por el base se extiende hasta las 00:00 del domingo 5 de agosto.

El club de Los Guindos ha tirado la caña por dos de los puntales del proyecto hispalense las últimas temporadas y que contaban en la planificación pensada por Aíto para el curso venidero. Con el recorte presupuestario, el Cajasol no puede afrontar las renovaciones de los dos jugadores, tal y como era su deseo, ya que se saldría de las cuentas previstas por Caixabank, pero sí puede afrontar una de las dos. Quedan operaciones pendientes, como la resolución de las incorporaciones de los dos jugadores que ocuparán las plazas designadas a los extraeuropeos, sin incluir a los llamados cotonous, y que en breve deben solventarse. Los números del Cajasol pasan por ahí también, de conseguir que acepten esos dos jugadores estadounidenses la propuesta sevillana.

Visto que el club que preside Juan Carlos Ollero tiene que decidirse por Urtasun o por Calloway, que no puede devolver el golpe equilibrando las dos ofertas malagueñas, si nada se tuerce será el navarro quien siga dos años más en San Pablo, mientras que el base jugará en el Carpena, cumpliendo uno de sus deseos de regresar a la Euroliga después de su experiencia con la Cibona antes de recalar en el conjunto hispalense en la temporada 09-10, la primera de Joan Plaza aquí.