Sevilla Atlético-Balompédica Linense | Crónica

Victoria de mérito para insuflar moral (2-0)

  • El Sevilla Atlético vence a la Balona con un partido muy serio en el que Bryan volvió a ser la pieza clave

Bryan Gil se dispone a disparar ante un rival.

Bryan Gil se dispone a disparar ante un rival. / José Ángel García

Victoria trabajada y sufrida para un Sevilla Atlético que sabe que no puede ceder más puntos si no quiere ver como el descenso a Tercera División empieza a ser más que una posibilidad real. Una victoria que da un poco de aire tanto a Luci Martín, como a sus jugadores, que necesitaban de una inyección de moral de este tipo para recuperar la confianza.

El partido no pudo comenzar mejor para los intereses sevillistas ya que en el minuto 7 de partido, Chris Ramos anotaba el primer tanto de los sevillistas tras un centro raso de Bryan Gil, que el ariete sólo tuvo que empujar a la portería de la Balona.

A pesar de que el encuentro se puso muy de cara para el cuadro hispalense en el comienzo del mismo, aun podría haberse puesto más después de que el árbitro decretase tan sólo 10 minutos después del gol un penalti que Berrocal ejecutaría por encima de la meta rival, algo que mermó en los siguientes minutos las aspiraciones sevillistas.

El partido se igualó y ambos equipos se temían, aunque algunas arrancadas evidenciaban que ambos equipos querían conseguir una victoria muy importante para los dos. En el caso del filial franjirrojo, la necesidad casi ahogaba y los visitantes, por su parte, no querían perder la oportunidad de subirse al tren del ascenso además de querer cambiar una mala dinámica en la que venían sumidos.

Los dos equipos siguieron peleando pero el marcador ya no se movería más hasta que el árbitro decretó el descanso de un partido en el que la tensión se podía cortar con un cuchillo.

Las más de 600 personas que se dieron cita en el Jesús Navas pudieron comprobar como los dos equipos salían de los vestuarios con la misma intención, la de llevarse los tres puntos que le sirviesen para recuperar sensaciones. Pero el filial no podía dejar pasar esta oportunidad y, a pesar de que nada más salir Juampe tuvo una gran ocasión con una volea que detuvo Javi Díaz, el Sevilla Atlético supo sufrir y esperar hasta que le llegase su momento.

La segunda mitad tuvo un comienzo duro y disputado en el que varias faltas pararon un poco el encuentro y se notaba mayor tensión entre ambos conjuntos, aunque no cruzó la línea de la agresividad.

La Balona sabía que tenía que reaccionar y sus constantes centros al área eran lo más peligroso ya que la defensa hispalense no sabía detenerlos. Gato lo intentó con varios centros laterales pero no encontró rematador.

Cuando si lo encontró, fue con Buba, que en dos ocasiones relativamente consecutivas tuvo la oportunidad de otorgar un empate a su equipo que habría sido clave de cara a los últimos minutos. En primer lugar falló un testarazo al que llegó a molestar Berrocal que, a pesar de haber errado el penalti, completó una actuación soberbia, y en el segundo consiguió revolverse dentro del área para acabar fallando una ocasión que se marchó muy cerca del palo sevillista.

Tanto perdonar acabó pasando factura al Linense, que vio como Bryan Gil volvió a hacerse dueño del partido desahogando al filial, que lo necesitaba. En una de estas, el barbateño regateó a dos rivales y provocó una falta lejana, que el mismo se encargó de lanzar. Y más que lanzarla le puso un lazo al balón para que Manu Sánchez, en el 86, acabase con la historia de un partido que necesitaba ganar el filial.

Con este tanto se cerró un gran encuentro entre dos equipos muy competidores, con diferentes necesidades, y que acabó ganando el que fue más efectivo, el Sevilla Atlético.

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