Fútbol femenino | Mundial de Nueva Zelanda y Australia

Desde los aficionados hasta los políticos cargan contra Luis Rubiales

Luis Rubiales, en el palco junto con la reina Letizia, la infanta Sofía e Infantino.

Luis Rubiales, en el palco junto con la reina Letizia, la infanta Sofía e Infantino. / José Jiménez (Efe)

Desde los aficionados hasta la esfera política: el beso en la boca del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, a la jugadora Jenni Hermoso durante la celebración del título mundial de fútbol femenino ha suscitado infinidad de críticas por un gesto que, según expertas consultadas por EFE, solo sería sancionable si carece de consentimiento.

Esta visión la sustentan en la ley del solo sí es sí, que considera una agresión todo acto sexual sin consentimiento -sin necesidad de que éste se haya ejercido usando la fuerza o la violencia-, un punto clave en este caso, que no tendría recorrido penal a menos que la jugadora declare que el beso no fue consentido.

Sin embargo, más allá de este debate, ministros como la titular de Igualdad, Irene Montero, y el de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, han exigido explicaciones y disculpas a Rubiales, mientras que desde Sumar se pide la dimisión del presidente de la Real Federación Española de Futbol (RFEF).

La líder de Sumar y vicepresidenta segunda del Gobierno en funciones, Yolanda Díaz, ha pedido este lunes la dimisión del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y que se activen los protocolos por considerar que se "ha vejado y agredido" a una mujer.

Tras condenar "rotundamente" la actitud de Rubiales por darle un beso en la boca a la jugadora Jenni Hermoso durante la entrega de medallas tras ganar el Mundial en Sidney, Díaz ha reiterado que Sumar vuelve a exigir su dimisión, ya que las "excusas" del presiente de la RFEF -a través de un vídeo en redes sociales- "no sirven en absoluto".

Además, ha pedido que se cumpla la ley del deporte y se activen los protocolos, todo ello en una rueda de prensa en el Congreso posterior a la reunión que ha mantenido con el rey en La Zarzuela enmarcada de la ronda de consultas para proponer a un candidato para la investidura.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha considerado "absolutamente rechazable" el beso.

La clava está en el consentimiento

Sobre si la acción de Rubiales sobre Hermoso podría constituir un delito al amparo de la ley del solo sí es sí, la abogada de la Asociación de Mujeres Juristas Themis, Ángela Alemany, lo ve complicado porque "la clave está en que no hubiera consentimiento", según declaraciones a Efe.

Coincide con ella la coordinadora de la Comisión de Violencia de Género de Juezas y Jueces por la Democracia, María del Prado Escoda, quien señala a EFE que existen sentencias que han considerado un beso en la boca dado con violencia como una agresión sexual, algo que con la nueva ley podría aplicarse a este caso aún sin violencia, pero solo si la víctima declara no haberlo consentido.

"La clave está, al menos desde el punto de vista penal, en el consentimiento, el cual debe decidirlo la víctima", matiza la magistrada. Sin embargo, Escoda recuerda que en este caso existe otra dimensión "social y laboral" a tener en cuenta: "el beso lo está dando una persona en una posición de superioridad laboral con respecto a la otra".

"No solo es violencia sexual, también es una violencia y un abuso de poder. No se debe poner el foco en la víctima, en si quería o no quería, si no en él, que es quien no hubiera tenido que dar ese beso a una persona en un plano inferior sin tener claro si ella realmente quería", apostilla.

El protocolo de actuación frente a la violencia sexual de la Real Federación Española de Fútbol también establece en su punto 4 que contactos físicos como "atraer con el brazo con el intento de besarles" o "besar a la fuerza" deben ser considerados "situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual". "Estas conductas son inaceptables y conllevarán consecuencias inmediatas", señala el texto, que no obstante no incide en cuáles son estas medidas ni en cómo se determinará si la acción se ha cometido "a la fuerza".

Críticas en la esfera política

La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha señalado que dar un beso sin consentimiento "es una forma de violencia sexual que sufrimos las mujeres de forma cotidiana y hasta ahora invisible, y que no podemos normalizar".

En su cuenta de la red social X (antes Twitter) Montero ha escrito que "la ley de Libertad sexual establece que agresión es todo acto sexual sin consentimiento". "No es la fuerza, violencia o intimidación ejercida -o que se consigue demostrar- lo que nos permite hablar de agresión sexual, sino la ausencia misma de consentimiento", ha apostillado.

Por su parte, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha considerado en declaraciones a RNE que el gesto del mandatario federativo es "inaceptable" y que debería dar explicaciones e incluso pedir perdón por el beso. "Lo primero que ha de hacer es dar explicaciones y presentar excusas", aseguró.

"Quienes tenemos responsabilidades públicas hemos de ser extremadamente cuidadosos, porque estamos dando un mensaje a la sociedad, y el mensaje es igualdad de derechos, es respeto y por lo tanto evitar cualquier circunstancia que pueda interpretarse en clave de prevalencia, no es el que manda el que fuerza un beso, no puede ser", explicó el ministro.

En la prensa internacional, el gesto de Rubiales también ha cosechado críticas: publicaciones deportivas como la francesa L'Equipe explican que el presidente de la RFEF besó "a la fuerza" a Hermoso, una fórmula que replican diarios como el inglés The Guardian y el estadounidense The New York Times.

Un beso viralizado en redes sociales

El beso de Rubiales a Hermoso se viralizó el domingo en las redes sociales, donde los usuarios compartieron un vídeo donde se ve cómo el presidente de la RFEF agarra a la jugadora de la cabeza y le da un beso en la boca durante la entrega de trofeos del mundial. En unas declaraciones facilitadas por la RFEF a EFE, Hermoso manifestó que había sido "un gesto mutuo totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial".

"El presi y yo tenemos una gran relación, su comportamiento con todas nosotras ha sido de diez y fue un gesto natural de cariño y agradecimiento", señaló. No obstante, unas horas antes durante un directo de Instagram en el que las jugadoras retransmitían su celebración en el vestuario tras ganar la final, la jugadora había señalado que el beso no le había gustado. "Eh, no me ha gustado. (?) ¿Pero qué hago yo? ¡Mírame a mí, mírame!", manifestó.

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