Un afortunado regalo, pero...
Villarreal b | betis · el otro partido
Un flojo Betis se encuentra con un empate tras un gran fallo del meta del Villarreal B Juan Carlos y continúa en la pomada · Emana, esta vez sí, ofreció una buena versión
La veleidosa fortuna se alió ayer con el Betis en el Miniestadi. Un fallo garrafal del cancerbero Juan Carlos propició que los verdiblancos rescataran un punto que supo a gloria para seguir metido en la guerra por el ascenso. Sin embargo, no debe pasar desapercibido el flojo partido que el cuadro de Víctor Fernández ofreció, mostrando vicios del pasado que no terminan de desaparecer. ¿Por qué el Betis no saltó al campo enchufado?, se debió preguntar el aficionado bético cuando vio cómo su equipo comenzó el litigio con un atolondramiento impropio de un aspirante al ascenso.
Además, volvió a aparecer la imagen de un Betis endeble en defensa y, por momentos, sin capacidad de reacción, como ocurrió tras encajar el segundo tanto por medio de Jefferson Montero, que le dio la noche a Damià. El primer aviso para los pupilos de Víctor Fernández llegó a poco de comenzar el partido, cuando el colegiado anuló un gol a Cristóbal por un dudoso fuera de juego.
Esto fue un síntoma evidente de esa falta de mentalización de un cuadro verdiblanco que no mostró las ganas de comerse al contrario desde el inicio, como sí hizo en los primeros partidos de la era Víctor Fernández. Mantilla y Gullón se encargaron de llevar la manija en los amarillos, que, con el paso de los minutos, se diluyeron como un azucarillo en un café. Entonces apareció la cara más alegre de los heliopolitanos, que tuvieron en las botas de Jonathan Pereira una inmejorable ocasión para haber adelantado a su equipo. De nuevo, el habilidoso delantero vigués se erigió en protagonista de su equipo en la primera mitad, hasta que fue retirado en el descanso. Lo intentó siempre y ayudó a la hora de elaborar el juego ofensivo de su equipo.
El otro nombre propio de la noche en el cuadro verdiblanco fue Emana. Después de varios encuentros sin ofrecer su mejor nivel y criticado por la parroquia heliopolitana, el camerunés dijo aquí estoy yo y no dudó a la hora de tirar del carro cuando su equipo lo necesitó. El mediapunta africano fue tan guadinesco como en otras ocasiones, pero en ningún momento bajó los brazos. Es cierto que perdió algún que otro balón peligroso, pero siempre se ofreció para ayudar en defensa y crear peligro en ataque.
La recompensa la tuvo con su gol, en la segunda parte, que propició el empate para un Betis que pareció enchufarse al partido, pero fue el cuadro villarrealense el que tomó de nuevo las riendas del encuentro con un magnífico Jefferson Montero, que dejó en evidencia, una vez más, el serio problema que tienen los verdiblancos en el costado derecho de la zaga.
El ecuatoriano se marchó del lateral derecho del Betis y tras un grave error de Melli en el marcaje consiguió batir a Goitia. Otra vez un duro golpe para los pupilos de Víctor Fernández, que tras el tanto encajado volvieron a evidenciar que no tienen capacidad de reacción. Y ya van muchos partidos en la Liga en los que al Betis le parece un mundo remontar un marcador adverso. De momento, aún no lo ha conseguido y eso que en la noche de ayer la suerte estuvo de su parte.
Un regalito del portero del filial del Villarreal le permitió al Betis pescar un punto cuando parecía imposible. La jugada del empate pudo repetirse instantes después, cuando, de nuevo, Juan Carlos falló en falta sacada por el argentino. Al final, el botín, tal como transcurrió la contienda, fue positivo para el conjunto de la Palmera, pero detrás del resultado quedan errores y vicios del pasado que no deben aparecer cuando hay tanto en juego. Un serio aviso para navegantes...
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