El Helvetia Bm Prointegrada se llevó el derbi sevillano ante el Balonmano Montequinto en un partido vibrante, de los que hacen afición, con un juego vistoso y variado que deparó momentos emocionantes y espectaculares.

Fue un partido de dos caras. De la superioridad del BM Montequinto Ciudad de Dos Hermanas a la del Helvetia BM Prointegrada. Del énfasis de los locales, a la reacción de los visitantes. Un encuentro vistoso en el que los aficionados al balonmano sevillano disfrutaron a pesar de que no hubiera reparto de puntos y el triunfo cayera del lado de los trianeros, que se impusieron por 26-29.  

Pero el partido ni mucho menos fue aburrido. Ni sólo tuvo un sentido. Porque el BM Montequinto comenzó muy fuerte, utilizando su papel de local para llevar la iniciativa. Cogió el mando del marcador y dejó muestras de no querer soltarlo durante todo el encuentro. Aprovechó que el Helvetia BM Prointegrada no estuvo acertado en tareas defensivas y que tampoco anduvo fino a la hora de atacar, aunque es cierto que nunca permitió que los quinteños se marcharan excesivamente en el electrónico.  

En la segunda parte la actitud defensiva de los de Fernando Castelló cambió radicalmente, apoyándose también en las paradas de Manu López. Y eso permitió no sólo ir recortando distancias, sino darle la vuelta al marcador. De hecho, el Helvetia BM Prointegrada logró un parcial de 1-7 en los primeros diez minutos del segundo acto.  

Y, aunque el BM Montequinto reaccionó con una defensa muy abierta que puso en apuros a los trianeros, los cierto es que éstos supieron jugar con relativa tranquilidad con la ventaja, la cual nunca llegó a peligrar en los últimos minutos, lo que les valió para llevarse la victoria por 26-29. Se trata, por tanto, del tercer triunfo consecutivo de los de Fernando Castelló, hecho que les sirve para mirar hacia lo alto de la clasificación tras un inicio de temporada lleno de altibajos. 

Los jugadores de ambos equipos se saludan al finalizar el encuentro.

En la primera parte, el BM Montequinto hizo distintas variaciones defensivas que, apoyadas por actuaciones estelares de Manu González en la portería, permitieron a los locales mantenerse por delante, aunque los trianeros consiguieron acercarse a un tanto en varias ocasiones.

Las acciones individuales del Triana y un juego estático muy elaborado del BM Montequinto ofrecieron una gran primera mitad, de las que hacen afición y honor a un gran derbi.

Tras el descanso, el Helvetia BM Prointegrada salió como un ciclón, sin que los quinteños pudieran reaccionar, poniéndose por delante y llevando la iniciativa. 

Tras un tiempo muerto solicitado por Ricardo Márquez, los locales pasaron a defensa 3-3 muy presionante y redujeron las distancias, pero no pudieron evitar una dolorosa derrota gracias a la mayor calidad y también la serenidad del equipo capitalino en los minutos finales, incluido un penalti parado por Álvaro Espino.