Como aquella noche ante el Deportivo, el Betis evidenció que es muy poquito si no sale al cien por ciento, como si le fuera la vida en cada balón, ¿verdad, Barça? Ha sido resonar de nuevo la palabra UEFA en los días previos, además bajo el compás de las sevillanas, y volver la mandanga. Salió un centro del campo tan espeso que incluso le dio el mando a unos medios, los del Levante, que saben que su suerte está echada. Capi, Arzu y Sobis no se soltaron jamás y con ello el Betis se enredó. Edu, como siempre, sí que enseñaba el camino, pero se lesionó y el bloqueo general persistió. Lo dicho: hay que apretar hasta el límite. Incluso con el colista.

Defensa

Cuando no hay tensión colectiva, el rival llega a más balones de los aconsejables. Y, a veces, en franca ventaja. De Biasi ordenó un 4-1-4-1 con Javi Fuego por detrás de Pedro León y el joven Saúl. Animosos ellos, empezaron a tocar y tocar ante la feble presión verdiblanca. Y encontraron huecos entre Ilic y Melli para pisar área y rematar.

Ataque

El Betis ha cimentado su huida de la quema en las prestaciones de Edu, Mark González y Pavone. Si alguno falta, el equipo se resiente mucho. Ausente ayer el chileno por lesión, a Edu se le multiplicó el trabajo por la derecha y a veces por la izquierda. Xisco no hizo olvidar al suramericano. Y como Edu responde casi siempre, su lesión en el minuto 35 resultó especialmente dolorosa, pues al Betis se le agotaban los cartuchos ofensivos. No había pase por el referido bloqueo de los medios, y encima los béticos que se quedan sin el desborde y los centros al área de Edu.

Chaparro movió ficha: Odonkor a un lado y Caffa al otro. Pero la lesión del argentino lo dejó todo para ese costado derecho en el que hubo más atropello que fútbol.

Virtudes

El colchón aún es mullido.

Talón de aquiles

No puede bajar una sola marcha.