El nuevo horizonte de Belén Rodríguez: "Me costó mucho dejar al BM Montequinto"
Entrevista
Sin tiempo para vacaciones, la campeona del mundo juvenil con España hace una semana, ya piensa en el KH-7 BM Granollers de la Primera División de balonmano femenino, con el que debutó oficialmente el pasado fin de semana
Guarda especial recuerdo de su club formativo, del que seguirá acordándose "toda la vida"
Las sevillanas Belén Rodríguez y Marta Regordán, campeonas del mundo juvenil en China
Sevilla/El pasado domingo 25 de agosto en la pista Handball Hall de Chuzhou de China, España sacó las garras para lograr de manera inédita el triunfo definitivo en una Copa del Mundo juvenil de balonmano femenino, ésas mismas que sus referentes escondieron inesperadamente en los Juegos Olímpicos de París marchándose de vacío sin cosechar ninguna victoria.
Sin temor alguno, y sin mucho menos tener la condición de favoritas en el torneo, las Guerreras juveniles dirigidas por Cristina Cabeza constituyeron en el país asiático un Mundial de bandera. Hasta lo más alto del mástil. Pleno de victorias en las rondas previas, así como en la Main Round, donde tumbaron a otros combinados más prestigosos que nuestras representantes nacionales, que nunca antes habían vencido en esta categoría.
Dinamarca fue la última víctima en la lista en este verano de oro (23-22). Antes, en el período estival de 2023, en el Campeonato W17 EHF -la división B de la pirámide del balonmano europeo en las categorías inferiores- España despedazó sobre el duro parqué a Grecia, Israel, Lituania o Luxemburgo para iniciar su ensayo como aspirante al trono mundial. El balonmano nacional aprieta con inercia por detrás. España está llena de prematuros talentos en esta disciplina. Uno de ellos lo posee una sevillana, cuyo seno familiar parece haberlo fraguado casi por don divino.
A Belén Rodríguez (18 años), nombrada mejor jugadora de la global competición y coleccionista de esta distinción durante varios partidos del torneo, la han buscado estos días todas las cámaras. El papel de la lateral izquierda con ocho tantos en el duelo ante las escandinavas se antojó clave para darle al balonmano nacional uno de los éxitos más recordados. En todo el torneo convirtió 41 lanzamientos. Indescifrable.
La sevillana atiende a Diario de Sevilla con voz rasgada, cansada tras la celebración. Acomodada en Barcelona después de un viaje que cuenta haber sido una odisea, con varias escalas desde China y algún vuelo retrasado hasta poder llegar a Granollers. Aquí comienza el nuevo trayecto de Belén Rodríguez. Sin más dilación, la sevillana a las pocas horas de aterrizar en el que ya es su nuevo hogar profesional se puso la camiseta del KH-7 Granollers, club de la Primera División con el que ha firmado por dos temporadas, para disputar el primer amistoso con su nuevo equipo sin ningún entrenamiento a las espaldas.
Apenas un par de días después, el estreno oficial en liga ante el Atticgo BM Elche (28-28), en el que inició un contador goleador que augura cifras altas. "Todavía no ha habido ninguna novatada. Me han acogido muy bien", cuenta la más joven de la primera plantilla del club catalán junto a Goundo Gassama, portera que se ha erigido también en China como campeona del mundo juvenil.
Esta temporada, al ser tan joven dentro de una plantilla cargada de experiencia a base de moratones, su objetivo personal será "diario" en busca de ganar minutos. "Es un cambio de rol muy importante, de jugar muchos minutos con el BM Montequinto y ser muy determinante, a ahora coger un papel secundario por así decirlo", analiza en vistas a esta ilusionante temporada.
La máxima categoría del balonmano femenino comenzó el fin de semana pasado, y las vacaciones de Belén han sido nulas. "Me costó mucho dejar al BM Montequinto, de hecho estuve muy cerca de no irme. Pero al final salió, pintaba muy bien todo. Ha sido triste después de toda la vida", explica sobre su salto a la élite después de dejar atrás al club con el que lanzó los primeros siete metros, descubrió el pega o comprendió lo que significaba la expresión "juego pasivo".
Al BM Montequinto le tocó la gratificante tarea de formar a los tres hijos de la familia Rodríguez Lario. El mayor de los vástagos es Roberto Rodríguez, saca seis años a Belén, y fue el encargado de abrir el camino. Internacional absoluto con España, y con un futuro -presente- demoledor entre los palos, está asentado en el BM Granollers de la Liga ASOBAL. "Que Roberto este aquí en Granollers ha sido un impulso muy grande, aunque a nivel deportivo no tienen nada que ver. No vivo con él, pero lo tengo al lado. A la hora de decidir ha sido muy relevante", puntualiza la jugadora.
Alfonso Rodríguez, su mellizo, ha reforzado este verano el extremo derecho del Bada Huesca, también de la Liga ASOBAL. Llegados a este punto, la pregunta brota de manera natural. ¿Qué desayunaban de pequeños en la familia Rodríguez Lario? "No lo sé (risas). Yo soy de desayunar poco la verdad. Ha sido una coincidencia, que a los tres hermanos nos vaya bien, es una pasada", responde Belén Rodríguez, la última de la saga en aterrizar en la máxima categoría.
Esa "coincidencia" la ha provocado el BM Montequinto formándolos desde temprana edad. "Allí se intenta dar lo mejor a todos los jugadores. Todo lo que tengo hacia el club son agradecimientos. Es un club que lleva trabajando mucho tiempo muy bien, la cantera es muy grande. El femenino ahora tiene mucho impulso. Con el equipo sénior estuvimos cerca de subir de categoría. Deseo que este año puedan lograrlo, ojalá", apunta.
Los caminos con el club nazareno se separan, también con su compañera sevillana Marta Regordán, presente en la conquista mundial hace escasos días. "Desde los ocho años lo hemos jugado todo juntas, no recuerdo ningún campeonato con ella". Regordán también ha dado el salto a Primera División este verano. La central jugará para el Costa del Sol Málaga. "Nos enfrentamos el día 14 en liga, es fuerte. Sobre todo porque nos entendemos muy bien dentro del campo. Me da pena. Hemos estado muchos años enriqueciéndonos mutuamente", subraya nuestra protagonista.
La selección absoluta, popularmente conocidas como las Guerreras, está sufriendo un cambio generacional bajo la tutela de Ambros Martín, nuevo seleccionador con apenas un año en el cargo. "Para mí estar en la absoluta es el objetivo máximo. Soy muy joven, es algo que me pongo muy a largo plazo", dice la sevillana, quien confiensa tener debilidad por Carmen Martín. "Referencia total. De pequeña me fijaba mucho, no entendía mucho de balonmano, pero veía que podía hacer acciones de todo tipo", confiesa.
Sobre el marcial mote de las Guerreras afirma que le "mola mucho", pero que "es algo que te ganas jugando". "En nuestra categoría (juvenil) hemos cumplido con creces", menciona. De ese campeonato, paladeado con poco regusto puesto que la lateral ya está inmersa en nuevos objetivos con el club catalán, resalta la dificultad del choque contra Hungría en semifinales. "Ha sido el parrtido más difícil que he jugado en mi vida". El marcador fue corto (19-16), lo que habla a las claras del trabajo defensivo. "No entraba el balón. Sufrí un montón. Sacamos ese partido por la defensa", señala.
En la final contra Dinamarca recuerda que "después del partido, ya en el vestuario, me temblaban las piernas". "Se nota el cansancio, fallas lanzamientos, defiendes con mucho más cansancio acumulado. Son los momentos más duros, pero también los más bonitos. Merece la pena acabar así", recuerda todavía con la voz ronca por la celebración.
Belén Rodríguez ejerció de capitana de España durante el Mundial que acabó levantando. "Es el orgullo máximo, es como que todo lo que te imaginas cuando eres pequeño pasa". A muchos kilómetros de distancia, y sin pestañear para no perderse ni una posesión de la palpitante e igualada final ante Dinamarca, estaban sus padres, una familia Rodríguez Larios, pletórica. "No los llamé hasta más tarde, pero seguro que lloraron de la emoción. Creo que ha sido una pasada, lo que cualquiera querría vivir".
También te puede interesar
Lo último