El juego parte desde la defensa. Tan fácil es entender esta directriz como difícil llevarlo a la práctica y eso le está costando al Coosur Real Betis más de un quebradero de cabeza y derrotas en su vuelta a la Liga Endesa.

Limitado en ataque, sin un cinco de referencia ni un base titular que cree ni un anotador que acapare la atención como KC Rivers, por mucho que el norteamericano estuviese aportando poco, el conjunto de Curro Segura debe sustentar su mejora atrás, la parcela con más margen de mejora ya que en ataque el equipo está mostrando alternativas y capacidad, por momentos,a responder al intercambio de golpes que proponga el rival de turno.

La rémora del último cuarto: en Tenerife 37 puntos recibidos, 30 con el Zaragoza y 32, en Vitoria ante el Baskonia

Pero es atrás donde se ganan los partidos. Y se pierden. Resulta imposible pensar en salir vencedor de un encuentro en el que se encajan 37 puntos en el cuarto definitivo como en Tenerife, donde dejó escapar 10 puntos de ventaja; 32 en los acto definitivo en Vitoria, al que entró con siete puntos de renta; o los 30 recibidos en San Pablo por el Zaragoza, tirando por tierra una diferencia favorable de 11 puntos en ese fatídico cuarto que se ha convertido el último cuarto. La vez que menos puntos encajó fueron los 22 recibidos en Málaga.

De hecho, la estadística se agranda y en 10 jornadas sólo fue capaz de imponerse al contrario en ese parcial una vez, ante el Barcelona, y de poco sirvió, pues el triunfo cayó del lado azulgrana. Y es que parece que ante los verdiblancos los rivales tienen barra libre y sólo dos no alcanzaron los 80 puntos (el Zaragoza y el Unicaja). Su rival de este domingo, el Estudiantes, no anda mucho mejor y si el Betis acumula un promedio de 86,7 puntos encajados el cuadro madrileño está en 82,8, con la diferencia en la otra canasta: los colegiales promedian en ataque en sus choques a domicilio 76,4, mientras que los béticos en casa firman un 86,2.