Santiago, Pepo, Vidal está siendo una de las sensaciones de la temporada. El uruguayo es el alma de un Ourense que ha notado cuando ha tenido que atender la llamada de su selección, pero que con él en la pista cuenta con un motor fiable que juega y hace jugar al conjunto revelación de la liga.

Tras destacar las últimas temporadas en Argentina en verano tocaba hacer las maletas. Tenía ofertas de varios países sudaméricanos, pero el jugador quería dar el salto a Europa. Su agente hizo bien su trabajo y fue ofrecido a varios clubes, incluido un Betis Energía Plus que por momentos valoró su incorporación.

En ese momento el plantel sevillano ya contaba con el veterano Dani Rodríguez enrolado en el conjunto verdiblanco y la dirección deportiva tenía clara la idea de jugador que quería poner a su lado un compañero más joven y con un mayor dinamismo en su juego, características en las que encajaba Lluís Costa, el elegido al final. Sin embargo, por momentos se manejó la opción de un Vidal que, pese a ser ya un director de juego experimentado, tiene un juego distinto al del catalán y podrían casar bien. Dos aspectos extradeportivos pesaron en su contra: pese a haber nacido en España no es jugador de formación y las ventanas FIBA.

Fijo en su selección, los viajes a América para cumplir con sus partidos internacionales le harían perderse varias jornadas, un hándicap con el que el Betis, con la obligación de subir, no estaba dispuesto a contar. Vidal se ha perdido cuatro partidos con su equipo por este motivo.

En ese sentido su caso fue parecido al de Borg, pero el sueco ya habló con su federación en verano para comunicar su deseo de centrarse sólo en el club hispalense y que en esta fase de clasificación no sería seleccionable.

En cualquier caso, los números del base en su primera experiencia en España están siendo muy positivos, con 7,1 puntos, 3,8 rebotes y 5,6 asistencias de promedio. Un jugador al que el Betis deberá limitar para no complicarse el encuentro.