Betis Baloncesto

Las alarmas se disparan para el Betis Baloncesto (72-66)

  • Nueva derrota bética, esta vez contra el Valladolid tras una paupérrima puesta en escena y perdiendo la batalla por el rebote

  • Tuvo opciones, pero de nuevo falló en el último cuarto sin un líder que asuma galones en ataque

El bético Doménech defiende a Mike Torres, con De la fuente ante Rogic detrás.

El bético Doménech defiende a Mike Torres, con De la fuente ante Rogic detrás. / Betis Baloncesto

Recalculando ruta. No queda otra después de la quinta derrota en seis partidos de un Betis Baloncesto que cayó ante un Valladolid más sólido y con las ideas más claras, que sacó provecho de una mayor intensidad y ganas (19 rebotes ofensivos frente a los cinco béticos) en la pista, donde con los roles bien definidos en su plantilla le dio la puntilla al cuadro sevillano, que remontó tras una pobre puesta en escena para acabar perdiendo por 72-66. La nula capacidad reboteadora de los heliopolitanos (51-24) condenó a los visitantes, que lanzaron 13 tiros menos que un rival más sólido.

La apuesta por ascender del nuevo propietario cambia al ver la clasificación y un balance de 1-5 que pone entre la espada y la pared a Javi Carrasco, seguramente el que menos culpa tenga de esto, con su justa cuota de responsabilidad, porque ni ha hecho el equipo ni puso el listón tan alto con remiendos llegados a última hora que han impedido hacer todavía un equipo de un grupo de jugadores en el que faltan por cubrir posiciones. Falta presencia interior y la cantidad de capturas concedidas al conjunto local en ataque así lo refleja. Es imposible ganar dando tantas y tantas oportunidades al oponente, pero también con una defensa en la que falta tensión y no impide a Mike Torres, que tenía ganas ante su ex equipo, y Schmidt, máximo anotador del encuentro que pusieron la puntilla jugándose los últimos ataques pucelanos.

Estaba claro quien se la jugaría con el marcador igualado. Lo que no es normal es que con 69-66, y tras tiempo muerto, en el lado verdiblanco sea Doménech el que acabara tirando. Y encima en la pintura, donde su físico era muy inferior frente al de los vallisoletanos. Mike Torres recibió la falta y, sorpresa, sólo metió un tiro. Polanco buscó un triple en mala posición que se fue al aro y Nwogbo sí acertó después con los dos lanzamientos desde la personal. Lo que es tener un pívot que anota desde el 4,65 metros. Fueron sus dos únicos intentos y no falló para dejar finiquitado el encuentro y mandar para Sevilla al Betis Baloncesto con la quinta derrota en una mochila que cada vez pesa más.

Y todo en un final en el que el cuadro hispalense se repuso de una malísima salida en la que se vio pronto con un 20-8 en contra. El ataque atropellado del equipo es lo que tiene. Falta pausa en la dirección ya que Rogic pone puntos pero no es un base que mueva a sus compañeros, Polanco está todavía cogiendo ritmo de competición y Romero necesita que el balón le llegue muy claro cerca del aro, ya que le cuesta generarse sus canastas. Falta un alero en lo que Pablo Almazán sigue de baja y los triples de Kuksiks no compensan su desidia en defensa. Ni Hanzlik ni Joaquín Rodríguez se enteran de momento de lo que va la competición y Jordan Barnes no está demostrando nada para quitarle minutos a Pablo Marín y la ficha a Krutwig, que ha abandonado ya la entidad.

El Valladolid lanzó 13 tiros más tras capturar 19 rebotes ofensivos por sólo cinco de los verdiblancos

Pese al mal inicio se recuperaron los verdiblancos, que con los puntos de Polanco y Romero se metieron en el partido aprovechando que el Valladolid bajaba el nivel cuando Schmidt y Mike Torres tomaban aire en el banquillo. Tras los primeros 20 minutos 39-33 y gracias, porque el marcador dejaba intactas las opciones de un Betis Baloncesto que atacaba muy mal, y ahí sí hay que exigirle al técnico, y defendía peor, responsabilidad completa de unos jugadores más preocupados de la siguiente jugada que la que tenían que defender.

Tras la reanudación Sergio de la Fuente, un veterano en la LEB Oro sostuvo a su equipo en el Betis hizo lo más difícil. Se puso por delante con un triple de Rakocevic (45-46) llevando las dudas a las gradas. Venía desde atrás y parecía que atacaba mejor, pero Mike Torres rescató a los suyos para impedir que el Valladolid se cayera y cerrar el tercer cuarto con 51-50.

Quedaban diez minutos. Un partido de un cuarto con un Betis mejorado respecto al mal inicio, pero todavía con dudas en su juego sin nadie que mande en el ataque y sin un líder al que buscar en los momentos calientes. Lo mismo que ante el Gipuzkoa en la anterior jornada. En ese intercambio de canastas y errores perdió el partido el conjunto hispalense, incapaz de frenar a un veterano como De la Fuente en esos minutos. Dedovic puso el 61-62 desde el triple, pero contestó Mike Torres de inmediato y tras el fallo de Rogic, Belemene machacó en un contragolpe veloz lanzado por Schmidt: 66-62 y tiempo muerto bético para reparar la jugada. Seguro que la pérdida de Rakocevic no es lo que esperaba Javi Carrasco, aunque el Valladolid parecía no querer ganar. Hasta tres tiros con dos rebotes ofensivos tuvo a su disposición antes de que Rogic pusiese el 66-64.

Pero cuando faltan deciden los líderes dieron un paso adelante los del Valladolid, con Mike Torres y Schmidt a la cabeza, y nadie o hizo en el Betis, que sólo pudo poner el 67-66 desde la personal gracias a Polanco. Schmidt anotó entrando a canasta como Pedro por su casa y Dómenech no acertó cerca de la canasta. Tampoco Polanco desde el triple y el Betis tendrá que recalcular la ruta tras la quinta derrota en seis jornadas. Objetivo, la salvación.

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