Las calles siguen ardiendo

Al menos cinco personas, entre ellas varios reporteros, resultaron heridas en Sao Paulo durante un violento enfrentamiento entre policías y manifestantes contrarios al Mundial ocurrido horas antes de la ceremonia de apertura de la cita en el Arena Corinthians.

Entre los heridos está el fotógrafo argentino Rodrigo Abad, de la agencia de noticias Associated Press, quien fue alcanzado en la pierna por metralla de una bomba de gas lacrimógeno lanzada por la Policía, según informó a Dpaun testigo presencial que pidió no ser identificado.

Un incidente similar causó heridas leves a dos representantes de la cadena estadounidense CNN, la corresponsal en Sao Paulo Shasta Darlington y su productora, la canadiense Barbara Arvanitidis.

El comisario de Policía Civil de Sao Paulo, Luiz Mauricio Blazeck, confirmó que Arvanitidis debió recibir atención médica y afirmó que el caso será investigado, ya que, según dijo, aún se ignora si el artefacto que la alcanzó fue lanzado por agentes o por manifestantes.

"Todavía es prematuro afirmar qué causó las heridas", expresó al portal de noticias G1.

Según las informaciones disponibles hasta el momento, los disturbios causaron heridas leves a por lo menos otras dos personas: un cámara de la cadena televisiva SBT y un manifestante, Rafael Lusvarghi, quien fue alcanzado en el pecho por una bala de goma disparada por la Policía antes de ser detenido.

"Vale la pena enfrentarse a esto para derribar al gobierno", expresó Lusvarghi, quien forma parte de la enorme legión de brasileños insatisfechos por los millonarios gastos públicos (más de 8.000 millones de euros) para organizar el Mundial en un país con graves carencias en servicios básicos, como educación, salud y transporte.

La protesta se inició unas cinco horas antes de la ceremonia de apertura de Brasil 2014, cuando decenas de personas se reunieron en la estación de metro Carrao, a unos 12 kilómetros del Arena Corinthians, con el objetivo de cortar la avenida Radial Leste, una de las principales vías de acceso al estadio.

La Policía se adelantó a los organizadores de la movilización, denominada "Gran acto 12 de junio no va a haber Copa", y cercó el lugar para impedir que el grupo avanzara por la avenida. A raíz de la protesta, la estación Carrao fue cerrada, y los habitantes de la región que tenían entradas para el partido inaugural entre Brasil y Croacia debieron buscar formas alternativas para llegar al estadio.

Sao Paulo vivió además ayer otra protesta anti Mundial, realizada por unos 500 trabajadores del metro, que la semana pasada mantuvieron una huelga de cinco días que provocó serios trastornos en la ciudad, pero el acto fue pacífico y transcurrió sin incidentes.

Se prevén otras manifestaciones contra los gastos del gobierno para el certamen, que terminará el 13 de julio en Río de Janeiro.

En Río de Janeiro, los empleados de los aeropuertos de Galao, Santos Dumont y Jacarepaguá realizaron una paralización por 24 horas en demanda de la firma de un convenio laboral colectivo. Si bien la medida no afectó al funcionamiento dentro de los aeropuertos, algunas vías de acceso al aeropuerto de Galao fueron interceptadas por manifestantes, lo que dificultó la llegada a la terminal aérea de algunos pasajeros.