Baloncesto l Cajasol

Desde la cantera al ostracismo

  • Bustamante lleva tres partidos sin jugar y, como Cilla, no cuenta para Magnano

El Cajasol volvió ayer por la tarde a los entrenamientos después de los dos días de descanso que Magnano concedió a los jugadores. Todos regresaron sin problemas para preparar el decisivo encuentro con el Real Madrid (domingo, a las 18.00 por La 2), aunque el ánimo no es el mismo en todos. Y es que el canterano Antonio Bustamante ha quedado, definitivamente, relegado al ostracismo.

El base lleva tres partidos consecutivos sin disputar un solo segundo (con el Pamesa, el Tau y el Granada) y cinco en el total de la Liga -a los anteriores habría que sumar los choques con el Axa Barcelona y el Grupo Capitol Valladolid-, y parece que no cuenta ya en los planes del argentino, que en Valencia salió de inicio con Ellis como director de juego y en Granada contó incluso con Miso para esta labor en la prórroga, antes de darle una oportunidad. Sea decisión técnica, cuestión de táctica o de confianza, lo cierto es que Bustamante no tendrá demasiados minutos en un Caja que juega con nueve efectivos, pues Cilla se encuentra en la misma situación.

Al sevillano no le queda otra más que trabajar y seguir esperando una oportunidad, aunque sabe que dada la delicada situación actual, será muy difícil tener alguna. Varios conjuntos de la Leb Oro ya se interesaron por él este verano, pero desde la gerencia se insistió que Bustamante sería el segundo base del Cajasol y ahora no es ni el tercero. "Son decisiones que se toman según van se desarrollan los encuentros. Esto no significa nada, simplemente que en determinados momentos me ha parecido más conveniente contar con otros jugadores antes que con él, pero Antonio es parte del equipo como cualquier otro", explicaba el argentino antes del choque con el Tau.

Es evidente pues que algo ha fallado en la planificación, aunque todo, como en el deporte, está condicionado por los resultados, ya que nadie duda de que si el equipo se encontrase en una posición más cómoda el canterano tendría alguna oportunidad más. Con todo, el problema va más allá de disponer de más o menos tiempo en la pista, sino que refleja los fallos de una planificación que han llevado al Cajasol a firmar los peores registros de la década. No en vano, en las últimas tres temporadas selló la permanencia de manera agónica en las últimas jornadas con 14 victorias, y en la actualidad únicamente tiene cuatro, lo que obliga a los hispalenses a realizar una segunda vuelta casi inmaculada, cuando ahora va camino de igualar el negativo récord de cuatro triunfos en una vuelta del curso pasado.

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