La gran segunda vuelta del Baloncesto Sevilla (con un balance de 7-6) ha sido determinante para que la permanencia sea, a cuatro jornadas del final de la Liga, algo más que virtual. Sólo una rocambolesca combinación de resultados abocaría al conjunto hispalense a los puestos de descenso, por lo que, un año más, Luis Casimiro salvó la temporada con nota.

Pero viendo los números de este Caja en la segunda mitad de la Liga, extraña tanta diferencia cuando el equipo actúa como local o cuando lo hace a domicilio. Y no porque en casa acumule seis triunfos y fuera sólo haya sumado una victoria (en Valencia) de sus siete salidas, sino porque sus números difieren tanto que en el seno de la plantilla se debería buscar una explicación.

No en vano, el CB Sevilla ha ganado sus seis encuentros disputados en San Pablo con autoridad, sufriendo sólo ante el Gipuzkoa, colista de la ACB. En San Pablo, arropado por su afición, el cuadro andaluz promedia en la segunda vuelta 86,1 puntos por partido, recibiendo apenas 73,1. A dos rivales (Obradoiro y Estudiantes) los dejó por debajo los 60 puntos, algo que también habría podido hacer ante el Gran Canaria, que al descanso apenas sumaba 23 puntos, de no haberse relajado en exceso. Sólo el Baskonia rebasó en San Pablo la cifra de 80 puntos pese a anular casi por completo a Bourousis, pero ante los vitorianos el CB Sevilla anotó 100 puntos, su tope en los 40 minutos este curso si no se cuentan los 106 que alcanzó en la prórroga frente al Joventut en la décima jornada. Intensidad defensiva que permite un ritmo alto en ataque, tanto por velocidad como por efectividad.

La cosa, sin embargo, cambia cuando toca salir de su fortín. El equipo, pese a que compitió en la mayoría de sus salidas (excepto en Barcelona y Bilbao), cambia por completo olvidándose de defender para fiarlo todo a su ataque. Exceptuando el de Valencia, quizá el mejor choque a domicilio de los de Casimiro, sólo en uno de sus siete partidos lejos de San Pablo encajó menos de 80 puntos, cifra que en casa sólo superó el Baskonia. El promedio de puntos encajado a domicilio en la segunda vuelta es de 88,7, un lastre que ha impedido a los hispalenses traerse a la capital sevillana algún triunfo más, aunque a ese hándicap añade los problemas en ataque, pues sólo promedia 74,8 puntos anotados: más de 11 puntos menos que los que logra en San Pablo (86,1), donde encaja 73,1 puntos por los 88,7 que recibe en sus salidas.