La faz del Betis ha cambiado por completo en apenas cuatro días, los que van del pasado jueves al domingo. Dos citas, frente al Espanyol en Cornellà y el Granada en Heliópolis, seis puntos y una vida nueva para el equipo verdiblanco y para su entrenador, Juan Merino, cuya figura ha salido sensiblemente reforzada en las pocos más de sesenta horas que transcurrieron entre el pitido final de ambos partidos.

El Betis arribó al estadio espanyolista decimotercero en la clasificación, habiendo sumado tres puntos menos que en la primera vuelta en los siete partidos disputados y viendo cómo el colchón de puntos con el que había sido destituido Pepe Mel había menguado incluso en una unidad, pasando a ser de cuatro.

Tras la victoria frente al Espanyol y el Granada, el horizonte es radicalmente distinto, al punto de que han cambiado hasta las sensaciones, no se sabe si dentro del equipo pero sí en el entorno.

Estadísticamente hablando, el equipo dirigido por Merino ha ganado en este tiempo tres puestos en la clasificación, ya que hoy es décimo igualado con el Valencia, al que gana el goal average particular, en 34 puntos.

Aunque más que eso cobra especial trascendencia el hecho de que aventaja ya en 8 puntos al antepenúltimo clasificado, el propio Granada, que con 26 unidades marca la frontera del descenso. El hecho de que tenga también el average a favor frente a los nazaríes no les da hoy un plus a los heliopolitanos para hablar de un colchón de 9 puntos, toda vez que aún es una incógnita cuál será el equipo que ocupe esa decimoctava plaza al final del campeonato liguero.

Ítem más: aunque a veces pueda parecer un asunto baladí, es de suma importancia la cantidad de equipos que quepan en ese colchón de puntos, de ahí que el del Betis se convierta en un colchonazo, al haber hasta siete equipos entre los hombres de Juan Merino y los de José González. Quiere ello decir que para que un imprevisible batacazo se produjese, Valencia, Málaga, Deportivo, Las Palmas, Espanyol, Getafe y Rayo, más uno de los tres que ocupan hoy las plazas de descenso (Granada, Sporting y Levante) deberían superar en puntuación a los verdiblancos. Es decir, ocho equipos, una barbaridad en tan sólo diez jornadas.

Escrutando aún más los números que arroja la competición a la fecha, el Granada suma una media de 0,92 puntos por partido. Si esta media se proyecta a los 38 partidos de que consta la competición, nos daría que a final de Liga la permanencia estaría en 35,28 puntos. La cifra es bajísima, tanto que casi garantizaría ya la permanencia del Betis salvo que perdiese los diez partidos, pero, introduciendo otros datos en la coctelera, teniendo en cuenta que a final de Liga hay equipos que se relajan al no jugarse ya nada, sí se puede afirmar que la permanencia no va a estar en ningún caso por encima de los 40 puntos.

Esta cifra la sumaría el Betis con dos victorias o con una y tres empates, y el calendario, sin ser favorable, invita a pensar que será así, ya que además el equipo es más fuerte en Heliópolis desde el aterrizaje de Merino, quien no conoce la derrota en casa, ya que ha vencido a Valencia y Granada y empatado frente a Real Madrid, Sporting y Rayo Vallecano. De aquí a final de Liga deben hollar el Villamarín Málaga, Levante, Las Palmas, Barcelona y Getafe. Como forastero visitará a Athletic, Atlético, Celta, Sevilla y Eibar, compromisos todos con equipos que hoy lo superan en la clasificación.

Eso sí, ese colchón de ocho puntos da para mucho, tanto que es exactamente la misma distancia que hoy separa al Betis de ese Celta que marca la frontera europea -la séptima plaza va a serlo con casi toda seguridad- al que debe rendir cuentas en Balaídos. Igualmente, son diez las unidades que lo alejan del Athletic, al que visita el próximo domingo en San Mamés. Dos victorias en estos encuentros, unidas a eventuales derrotas de bilbaínos y vigueses en otro partido, meterían de lleno a los de Merino en la pelea por la Liga Europa, ya que hablaríamos de dos o tres puntos más a recortar en ocho citas. Parecen resultados extraños, pero el Betis es el séptimo clasificado en esta segunda vuelta con el linense, con 14 puntos y 13-8 de balance goleador. Con el Eibar, que también precede a los verdiblancos en la clasificación, les bastaría con vencer en Ipurúa, toda vez que el equipo dirigido por José Luis Mendilibar tiene hoy 36 puntos, sólo dos más que el Betis.

En el club, de momento, la apuesta es la humildad y la prudencia, pero el discurso podría ser algo más ambicioso de ganar en San Mamés. Tan osado es pensar en ir a Europa estando a 8 puntos que en descender con un colchón exactamente igual.