Sevilla - Betis · la previa

De enero a mayo...

  • Sevilla y Betis se enfrentan en la antepenúltima jornada liguera y nada es lo mismo que debió ser en su fecha. Se juega la honra particular en un partido con menos alicientes colectivos.

Derbi número 114 entre los dos emblemas futbolísticos de Sevilla, Sevilla Fútbol Club y Real Betis Balompié, por situarlos como establece el calendario. Y en esta ocasión no puede ser más caprichoso todo, pues el partido pertenece a la primera jornada de la segunda vuelta y se disputa el 2 de mayo en lugar del 21 de enero, que era cuando salió por sorteo. Resulta sorprendente cuánto han cambiado las cosas desde entonces, la trascendencia que podía haber tenido el partido aquel día y el hecho de que la previa de éste haya pasado casi desapercibida en lo referente a actos entre las dos entidades. No hay más que compararlo con ese Betis-Sevilla de enero, en el que Miguel Guillén y José María del Nido se vieron infinidad de veces, para entenderlo. Por supuesto también vienen al recuerdo las palabras, o la palabra, veraniegas de Marcelino García Toral, entonces entrenador de los nervionenses, cuando respondió con un rotundo "no" a una pregunta de un internauta sobre si los objetivos de ambos equipos eran los mismos.

Ahora, a 2 de mayo de 2012, resulta que el Betis está a sólo 3 puntos en la tabla clasificatoria del Sevilla y, por tanto, se juega la posibilidad de situarse con idéntico número de puntos a falta de sólo dos partidos para que todo concluya. Es el fruto, sin duda, de una buena temporada por parte de los verdiblancos y de un curso decepcionante por parte de los blanquirrojos. Claro que eso pertenece todavía al análisis previo de este encuentro, pues otra cosa podría ser el debate posterior al mismo. Resulta obvio que todo dependerá del resultado que se produzca.

La pregunta tradicional en estos casos es qué equipo llega con el cartelito adosado de favorito, algo que parece ser temido por todos, dicen que por la presión que conlleva, cuando en realidad sirve para establecer que uno de los dos tiene, en teoría, más potencial que el otro. En este sentido, Míchel, el entrenador actual de los anfitriones, ha asumido con naturalidad ese rol e incluso lo ha pregonado tanto ante el enviado especial de Diario de Sevilla a Madrid como en la sala de prensa durante la rueda de prensa anterior al choque. Menos rotundo en este sentido ha sido Mel, quien ha preferido un discurso algo más ambiguo, remitiéndose a que los suyos llegan ya con el objetivo cumplido de la permanencia, algo, lo del objetivo, de lo que no pueden, ni podrán ya, alardear los sevillistas, que tienen casi imposible su deseo de meterse en la próxima Liga de Campeones.

Volviendo al tema del favorito, sí ha existido una voz discordante con el discurso oficial en el Betis, concretamente el central Amaya, quien no ha tenido problemas para proclamar que lo es su equipo, tal vez haciendo público lo que se piensa en realidad dentro del vestuario. Pero será el balón quien se encargue de establecer quién es el mejor a día de hoy y por ahí surgen algunas claves netamente futbolísticas. Por ejemplo, hasta en eso ha cambiado la situación diametralmente desde enero hasta mayo. Entonces, el Sevilla partía con un planteamiento eminentemente práctico, más efectivo que efectista, y era Mel quien alardeaba del gusto por el fútbol de los suyos. En la actualidad, los blancos son un equipo más estético que práctico, sobre todo por su inocencia en todas las partes del campo, juegan bonito, pero no siempre lo plasman en el marcador; los verdiblancos, por el contrario, huyeron de esa política tan poco rentable en el último tramo y apostaron por sumar puntos por encima de todas las cosas, algo que consiguieron ante Málaga, Villarreal y Osasuna para dar el estirón definitivo hacia la salvación sin necesidad de realizar un fútbol brillante, ni muchísimo menos. Pero lo que importa siempre es el resultado, sólo el resultado, y eso hoy estará más claro que nunca para ambos.

Eso pertenece a la globalidad, pero los derbis casi siempre también van asociados a los nombres propios. Dentro de los anfitriones, indudablemente, hay tres claros candidatos: Negredo, Jesús Navas y Reyes. Sirva incluso ese orden, sobre todo si el madrileño se olvida de que siempre tiene que llevar al marcador verdaderos golazos y piensa que todos los goles valen lo mismo, los feos y los bonitos. En las filas heliopolitanas, el máximo candidato al papel estelar es un Rubén Castro que se ha confirmado en su madurez como un delantero de primer nivel dentro del panorama nacional. Lo seguiría Jefferson Montero, el futbolista más en forma en este tramo final, y para completar el terceto entraría un Beñat al que se le dan muy bien estos partidos desde los tiempos en el filial bético.

Protagonista también principal será un Delgado Ferreiro plenamente capacitado para un partido de este nivel, aunque muchas veces sea irregular. La meteorología no afectará y sí puede decidir también el físico, pues es jornada intersemanal y los depósitos a estas alturas están casi vacíos. Hasta en eso no es lo mismo enero que mayo.

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