Un esfuerzo con su más que justa recompensa

Con 22 años prácticamente recién cumplidos, la historia de Javier de Juan Roldán (Córdoba, 5-1-1991) tiene capítulos para convertirse en un más que buen libro. Y si se empieza por el último, habría que reseñar el espectacular partido que realizó ante el Cetranse El Salvador a la misma hora que se pronunciaba el Pregón de la Semana Santa. Y más de un piropo se habrían merecido los tres ensayos logrados que permiten al Ciencias soñar con el play off. "Fue un partido para nosotros y la afición, para disfrutar", afirma al tiempo que, modesto, reconoce la presencia del factor suerte en su actuación.

Javi de Juan se acercó al mundo del rugby por esas casualidades que jalonan los inicios de tantos deportistas. En este caso, la casualidad llegó por amistades de su padre que lo introdujeron en este mundillo. De este modo, Javi de Juan dejó el balonmano, deporte que practicaba en esos momentos, para iniciarse en el rugby. Y sus progresos llamaron la atención desde bien pronto, como demuestra que en 2007, siendo cadete de segundo año, acudiera a su primera convocatoria con la selección andaluza, donde iniciaría los contactos que poco después lo traerían a Sevilla.

"Los compañeros de Sevilla me dijeron que me viniera, pero estaba estudiando bachillerato y era muy complicado, así que en la temporada 2009/10 venía los viernes a entrenar y jugaba el fin de semana, y ese año incluso pude disputar un partido de la Copa Andalucía con el primer equipo".

Pero los sueños requieren sacrificios cada vez mayores si el premio que se quiere alcanzar también es de grandes dimensiones. La temporada 2010/11 fue una verdadera odisea para Javi de Juan, que comenzaba a estudiar la carrera de derecho, mientras que seguía viviendo en Córdoba e iba y venía un total de cinco días a la semana entre entrenamientos y partidos. "Fue muy difícil compaginarlo con la carrera y con mi familia, a la que veía un día a la semana porque el resto pasaba por casa sólo a dormir", relata.

Pero su progresión sobre el césped no hacía más que crecer, lo que llevó al Ciencias a ofrecerle vivir en un piso en Sevilla y poder estudiar en la Hispalense, algo que Javi de Juan y su familia aceptaron con unos resultados que saltan a la vista: "Estoy en tercero de carrera y aunque no voy perfecto sí que saco mis asignaturas adelante. La pena es que en España no se pueda vivir del rugby, pero mientras pueda compaginarlo yo voy a seguir jugando", afirma.

Campeón de España juvenil con el Ciencias y anteriormente con la selección andaluza, Javi de Juan se muestra orgulloso por la temporada que está realizando su equipo, en el que por primera vez está siendo uno de los responsables de hacer los ensayos. La guinda del play off, aunque complicada, está ahí y no se le quita ojo: "Pase lo que pase estamos haciendo una buena temporada, no sé si llegaremos a los play off o pero el objetivo era hacer un buen año y creo que lo hemos conseguido".