No es habitual, más bien es muy extraño, que una carrera acabe con el triunfo repartido entre dos ganadores porque ni la foto finish sirva para dilucidar cuál de los dos purasangres alcanzó el poste de meta por delante. Por increíble que pueda parecer que dos caballos, tras galopar sin freno durante 1.400 metros, alcancen el punto final en el mismo instante, no es imposible, como quedó demostrado ayer en el Gran Premio Porcelanosa, la carrera principal de la novena jornada invernal en Dos Hermanas, en la que el gran favorito en los pronósticos, British Steel, debió compartir la gloria del triunfo con un sorprendente Watzmann, que llegó justo de preparación tras seis meses descansando, pero que volvió a dejar muestras de la calidad que atesora.

Camino de la balanza, cuando acababa de desmontar en el paddock a su British Steel, el gentleman Ignacio Escario, uno de los mejores jinetes no profesionales de Europa, era aplaudido por algunos aficionados, que lo daban por vencedor y lo felicitaban por su brava monta frente a las tribunas. Sin embargo, instantes después, la fotografía ofrecía su incuestionable veredicto, premiando también la brillante conducción de Sara Zapico.

La amazona, tras situar a Watzmann en punta desde los primeros trancos, desembocó en el derecho con una ligerísima ventaja sobre British Steel. El de Escario, con poco espacio para rematar, pues entre los palos y Watzmann apenas había hueco para un equino, apuntó con valentía, aunque se le resistió el triunfo. Pieter Brueghel fue tercero, pero nunca peleó con los dos de cabeza.

El que no compartió Escario fue el triunfo de Krilim en la cuarta carrera, la primera manga del hándicap, si bien es cierto que éste le llegó al fructificar la reclamación que presentó ante los comisarios por haber sido molestado en los metros finales por Chem Connexion, que fue el primero en rebasar la meta. En el último hectómetro, Borja Fayos no pudo controlar que el caballo de la cuadra Río Cubas se venciera hacia fuera, invadiendo la línea sobre la que remataba Krilim, aunque el distanciamiento hasta la segunda posición de Chem Connexion acarreó división de opiniones entre los aficionados, pues hubo quien estaba convencido de que, pese a ser perjudicado, Krilim nunca habría batido a Chem Connexion.

Las otras dos mangas del triple hándicap de la jornada tuvieron el mismo color, el de la modesta cuadra Rekalde, pues se impuso, con sendas montas de Rafael Huayas, con los dos caballos que presentaba en Dos Hermanas: Pussycat Tales y Babylon Sister.

Antes, la jornada se había iniciado con otro final apretado en los 1.400 metros reservados para potrancas nacionales de tres años, en los que la prometedora Wallah acabó con media cabeza por delante de Revelation, que se está acostumbrando a ser segunda. Horacio Betansos volvió a demostrar que lleva dentro el arte casi exclusivo de ganar privando a sus caballos de fustazos y braceos innecesarios. Lo dicho, un arte.