Liga Europa - Vitoria-Betis

Un gol que puede valer un sueño (0-1)

  • El Betis vence en Guimaraes en la última jugada y da un paso de gigante para clasificarse en la Europa League.

Sin gol es imposible, por bien que se hagan las cosas, y el Betis estaba cuajando un partido bastante serio, sin sobresaltos, ante un rival muy pobre que ni siquiera al calor (es un decir bajo una pertinaz lluvia) de los suyos fue capaz de obligar a Andersen a realizar una sola parada. Tampoco al equipo de Mel le sobraban las ocasiones hasta que en el cambio de piezas empezó a jugar con once a la hora de juego y se fueron sucediendo las opciones hasta que, cuando el lamento era patente por la ocasión que se escapaba, Verdú conectó con Chuli y superó al meta Douglas para ganar 0-1 en el 93 largo. El mazazo de Málaga, pero al revés. Puñetazo en la mesa hacia la clasificación con un gol que puede ser determinante.

Después de una hora desperdiciada con Braian Rodríguez, que mostró una dificultad asombrosa para elegir la opción correcta, con Jorge Molina el Betis recuperó los desmarques y las opciones de pase para que Verdú y Nono, más un Vadillo de mucho más a algo menos, mandaran durante casi toda la noche portuguesa. Firme atrás ante un grupo de obreros del fútbol perfectamente olvidable, el riesgo de meterse en un callejón ante cualquier error fue la única preocupación bética. Esa y su incapacidad para generar ocasiones, por supuesto, la única razón por la que el gol llegó en el 93 y no en el 23 o el 53.

Presionando la salida del balón (todo lo contrario que su complaciente rival) el Betis mantuvo el control siempre. Sin brillo, pero sin apuros. El Vitoria buscaba la contra y, en verdad, casi nunca la encontró. Y cuando Mel se cansó de Braian, el Betis sí encontró la forma de buscarle las cosquillas a una tremenda mediocridad de equipo.

Fue salir Jorge Molina y tener que salvar Douglas un mano a mano tras gran pase de Vadillo. Ese desmarque ya era infinitamente más que la desordenada lucha del delantero uruguayo. La doble ocasión la tuvo Caro en el córner posterior. El Betis asustaba por fin y siguió haciéndolo. Pero sin gol no hay gloria y el gol no llegaba. Verdú y Nono, que se entendieron a la perfección, aburrieron al Vitoria hasta que el teórico líder del equipo ejerció de tal y le puso un balón a hueco a Chuli que remantó superando mansamente al meta local y cerrando un triunfo que, tras el sorprendente empate casero del Olympique de Lyon, deja la clasificación bética muy muy cerca y ciñe los problemas del Betis al torneo doméstico. No es pequeño el problema pero con un notable avance.

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