V Trofeo Antonio Puerta

Lo individual y lo grupal (2-0)

  • El Sevilla da otro paso en su preparación al vencer al Deportivo para hacerse con el V Trofeo Antonio Puerta. La banda derecha de Cicinho y Jesús Navas ilusiona y el equipo transmite compromiso.

A diez días del comienzo de la Liga, si es que los clubes que quieren acabar con el actual modelo televisivo no deciden retrasar la primera jornada, el Sevilla evidenció que, poquito a poco, va dando pasos para conformar ese equipo que Míchel quiere que responda como tal. El V Trofeo Antonio Puerta se quedará en las vitrinas de Nervión y eso ya es una buena noticia, por lo que significa este anual homenaje hacia el héroe caído. Y además el Sevilla mostró algunas cualidades que ilusionaron a sus aficionados, desde lo individual a lo grupal. Lo más llamativo, sin duda, fue la irrupción en el Sánchez-Pizjuán de Cicinho, que conformó una pareja en la banda derecha junto a Jesús Navas que ya ilusiona. Igualmente destacable, aunque menos lustroso, fue el mensaje de compromiso que transmitió el equipo. Supo trabajar, ser pegajoso, contemporizar, tener el balón y darle velocidad en los últimos metros. En definitiva, supo responder a lo que venía demandando su entrenador, ante un Deportivo que apenas pudo meterse en el partido en algún momento aislado.

Desde luego, y sin querer darle valor de dogma de fe a lo que, desde un punto de vista estrictamente deportivo, no deja de ser un bolo veraniego, la imagen fue infinitamente superior a la mostrada en San Fernando y Córdoba, más allá del resultado. Y para ello influyeron varios factores, entre los que hay que destacar el momento de forma y la implicación de algunos futbolistas, un aspecto individual, y que el equipo empieza a saber qué y cómo tiene que hacer en el campo, un aspecto colectivo. En lo primero se llevó todas las palmas Cicinho.

Es lógico que el aficionado se ilusione con un recién llegado como el brasileño, que brilló especialmente en la faceta ofensiva. Es lo que espera el hincha cuando se acerca a ver a su equipo en la larga víspera estival y hay que reconocer que Cicinho dio motivos sobrados para esa ilusión que empieza a despertar. El lateral derecho se entendió perfectamente con Jesús Navas, al que desdobló en muchas ocasiones para percutir con criterio y profundidad por un costado derecho que puede dar muchas alegrías. Menos se pudo ver su respuesta defensiva, ya que el Deportivo apenas apretó. Y esto, la falta de llegada del rival, tiene que ver también con la respuesta colectiva del Sevilla.

Míchel repitió con la pareja de centrales de Mönchengladbach, Cala en la derecha y Spahic en la izquierda, y nuevamente el equipo blanco respondió con agresividad, anticipación y empuje desde la línea de retaguardia para evitar el manejo del contrincante. Diego López apenas tuvo que intervenir en la primera parte.

En cambio, Germán Lux nada pudo hacer en la tercera incursión por la derecha de Cicinho, quien, tras un excelente pase profundo de Jesús Navas, centró al lugar justo del área en el que Negredo tenía ventaja para el remate. Así llegó el 1-0, desde la derecha. El 2-0 definitivo se creó en la izquierda, con un soberbio pase a la espalda de la defensa de Luna -actuó primero de extremo y luego de lateral- que Trochowski remató con la zurda sobre la marcha. Fueron dos hermosos goles.

El 2-0 no se movió en la segunda parte porque el Sevilla falló en la culminación de los numerosos contragolpes que tuvo en este periodo. Babá gozó de un par de ocasiones para ello. Fue la nota negativa del encuentro, esa falta de contundencia para rematar al rival a la contra.

Por lo demás, al margen del buen estado de forma de los hombres que han participado en la Eurocopa, como Jesús Navas, Negredo o Rakitic, o de Cicinho, que desembarcó en Sevilla en pleno campeonato brasileño, llamó positivamente la atención que el equipo tuvo capacidad de trabajo y se coordinó bien en los movimientos de presión. Ese compromiso y esa continuidad que pide Míchel se pudieron ver en la forma en la que los centrales, Cala y Spahic, actuaron con anticipación desde atrás y contagiaron de agresividad a un grupo que se fajó cuando tuvo que defender, fue pegajoso y no tuvo reparos en tirarse al suelo o hacer faltas tácticas para impedir la progresión del rival. Además, con el balón, el Sevilla demostró la idea básica, posesión y control en el eje y velocidad en los últimos metros. Es el Sevilla de Míchel bajo el patrón del 4-3-3, que dio un pasito más, aunque sólo fuera un bolo.

Sevilla: Diego López (Palop, 46'); Cicinho (Coke, 68'), Cala, Spahic (Bernardo, 46'), Fernando Navarro (Manu del Moral, 46'); Medel, Campaña (Trochowski, 33'), Rakitic (Javi Hervás, 60'); Jesús Navas, Luna y Negredo (Babá, 60').

Deportivo: Germán Lux; Seoane, Aythami (Insúa, 63'), Roderick, Evaldo (Manuel Pablo, 75'); Saúl (Uxio, 87'), Álex Bergantiños (Bruno Gama, 87'), Andre Santos (Abel Aguilar, 75'), Víctor (Riki, 63'); Juan Carlos (Pizzi, 75'); y Nelson Oliveira (Bodipo, 63'). Goles: 1-0 (31') Negredo. 2-0 (45') Trochowski.

Árbitro: Pérez Montero (jiennense). Incidencias: Partido correspondiente al V Trofeo Antonio Puerta disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán ante unos 22.000 espectadores.

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