El crédito y la fe son dos aspectos que han volado de San Pablo. Tras un buen puñado de semanas esperándolos y una vez obtenidos con resultados y juego satisfactorios, se evaporaron. Quizás tuviera algo que ver el mensaje que le trasladó Scott Roth a sus jugadores en el último encuentro de la primera fase de la Eurocup, cuando dio descanso a su batería de titulares para poner en liza a los suplentes. Sin jugar a ganar, casi lo consiguió, pero acto seguido recibió una paliza considerable del Morabanc Andorra en casa (57-77) y desde entonces todo ha ido fatal en la Liga Endesa, a pesar de merecer el triunfo en Las Palmas y volver derrotado.

Vuelve la Eurocup con este formato llamado Last 32 y quizás en el regreso a la competición continental vuelva a ver la luz el conjunto hispalense. Tiene poco más de un mes el CB Sevilla para evadirse entre semana de la ACB, pues aquí no arrastra ninguna presión adicional, como sí ocurre cada vez que se mide a uno de los 17 rivales españoles. Desde este 7 de enero al 10-11 de febrero hay cierta carta blanca para que la plantilla disfrute y se desinhiba ante la responsabilidad que le causa la Liga, donde el balance refleja un pésimo 3-12.

Mermados por la pésima planificación deportiva, salvo el infortunio de McNeal por el fallecimiento de su padre, llámese Pullen, Watts, Thames, la escasa participación de Balvin, los jugadores cortados que tenían contrato... los sevillanos ya juegan al filo del abismo casi en cada encuentro liguero, no así en esta Eurocup en la que no van obligados a nada, pase lo que pase.

Hernangómez, Porzingis, Berni, Urtasun, Woodside, Radicevic y Byars han mostrado buena cara en determinados momentos en los choques continentales y a ellos habrá que aferrarse en este arranque del Last 32. El CB Sevilla abre los seis compromisos que tiene por delante en el Grupo L en casa frente al Telenet Ostende, campeón de la liga y de la Copa belgas, y clasificado como segundo del Grupo B, por detrás del Herbalife Gran Canaria e igualado con el tercero, el JDA Dijon.

El conjunto de Scott Roth afronta este Last 32 con el reto de evolucionar y mejorar sus prestaciones. Se trata de dar continuidad a la reacción mostrada en Las Palmas, donde el equipo volvió a ofrecer el nivel de partidos anteriores en los que compitió con rivales de la parte alta de la clasificación de la Liga Endesa.

Enfrente estará un rival que acabó la primera fase con tres triunfos seguidos y que se ha mostrado al alza en los últimos encuentros. El más reciente fue el 26 de diciembre, cuando se impuso por 91-80 al Antwerp, lo que le permite liderar la liga belga con 12 victorias y una sola derrota, aventajando en tres triunfos al segundo.

Quizás la inactividad de los últimos días, pues el CB Sevilla ha disputado dos partidos ya en ese periodo, pueda pasar factura al Ostende, un conjunto en el que prima el trabajo del bloque, aunque destaca la aportación individual de John Prince, un alero que sale desde el banquillo y que ocupa la vigésima octava posición en valoración de la competición (15,8) y la sexta en anotación (17,1). El joven alero polaco Ponitka y el veterano base serbio Dusan Djordjevic son piezas básicas para el técnico Dario Gjergja, que suele repartir los minutos y ninguno juega por encima de 24.

Este partido no es un cara o cruz para el CB Sevilla, sólo una forma de evadirse y de competir con mejor ánimo en la Liga.