El club nervionense continúa apostando fuerte por la remodelación, aunque sea superficial, del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Más que una reforma, se trata de un adecentamiento, lo que vulgarmente se puede denominarse como un lavado de cara, aunque los trabajos que se están acometiendo también incluyen aspectos de solidificación de la estructura en algunas zonas e inversiones que no se verán, pero que son más importantes.

Aunque el estadio no tenía problemas de seguridad por pequeños arreglos que se han ido haciendo durante estos últimos años, sí es verdad que necesitaba ciertos cuidados. Al margen de lo que se ve desde el exterior y lo que verá el aficionado, la nueva imagen con los asientos rojos con leyendas alusivas al himno del Centenario o a la filosofía sevillista, por ejemplo, entre lo que se podrá apreciar a partir de la próxima temporada estará el revestimiento de todas las partes interiores del estadio, es decir, escaleras, paredes, suelos, techos...

En el club están muy ilusionados con el nuevo aspecto que lucirá el recinto del Sánchez-Pizjuán, que será estrenado en el primer partido en casa ante el Atlético de Madrid en la segunda jornada de Liga. Aunque después de ese encuentro, con motivo del parón en la Liga, se seguirán acometiendo trabajos, lo más llamativo estará visible en septiembre, incluyendo un nuevo césped.

La inversión, según estima el consejo de administración, oscilará entre los 4 y los 6 millones de euros, ya que en una reforma de esta envergadura es difícil que no se superen los presupuestos iniciales.

El club también tiene en mente hacer algunos cambios en la ciudad deportiva que haga a los aficionados a la cantera más cómoda su estancia en las instalaciones, aunque los esfuerzos se van a centrar sobre todo en el estadio, ya que lo necesita más y, además, en las instalaciones de la carretera de Utrera raro es el año que no se acomete alguna obra por menos que sea, ya que debido a su gran extensión siempre surgen necesidades.