"En muchos momentos fuimos el vestuario y sólo nosotros"

Tras mucho tiempo en el ostracismo, a consecuencia de una lesión, Juande fue la sorpresa de Víctor Fernández para el decisivo encuentro ante la Real. "Llevaba dos semanas de trabajo increíble", ha comentado el técnico a sus íntimos al justificar su apuesta. Y es que el motrileño no se rinde y quiere triunfar en el Betis.

-Cuando se enteró de que estaría el once, ¿le sorprendió?

-No es que me esperase jugar, pero sí estaba preparado para el momento en que pudiera hacerlo. En las últimas semanas me estaba entrenando de una forma más completa, después de que el tobillo empezara a responder al mismo nivel que mis ganas y éste fue el premio.

-Pese a trabajar con el grupo, no entraba en las listas, ¿llegó a desesperarse con esta situación?

-Llevaba un tiempo sin entrar, pero si algo he aprendido en el Betis a lo largo de todos estos años es que nunca hay que dejar de trabajar, no hay que venirse abajo porque en cualquier momento te llega la ocasión. Si en estos dos meses me hubiera deprimido, seguro que no hubieran salido las cosas así.

-Empezó de titular con Tapia, luego salió del equipo, la lesión... Vaya año atípico.

-Sí, ha sido extraño. Comencé jugando bien, luego tuve altibajos e incluso fallos como yo mismo reconocí, la lesión... Pero confío en darle la vuelta en este final de Liga. Son los encuentros más importantes y a un año que podría ser decepcionante se le puede cambiar la perspectiva.

-Para usted subir sería una especie de revancha. ¿Se ve también de esa forma por todo el grupo?

-Si se consiguiera, en el último partido o cuando sea, incluso tendría más mérito. Hemos sufrido mucho y se disfrutaría hasta más. En muchos momentos hemos sido el vestuario y sólo nosotros. Además, la gente lo celebraría a lo grande.

-Por cierto, vaya espectáculo el que protagonizó la afición...

-A mí no me sorprendió, porque ya lo había vivido con el Milan, la remontada al Barcelona... Por algo cae el Betis, y todo lo que representa este club, tan bien en España. No me sorprendió la expectación, pero sí fue un espectáculo digno de estudio que pase algo así con un equipo de Segunda.

-¿Se llega a notar tanto sobre el césped?

-No es que influya decisivamente en el juego, sino en las sensaciones. Por poner un detalle, antes de salir, mirabas el campo, a los ojos de los compañeros y se notaba que era un partido diferente. Se palpaba que era un día en el que iban a salir las cosas, porque el equipo estaba muy metido y la afición con nosotros.

-Con Emana y Sergio García fuera, ¿se cambiará el estilo de juego para defender más?

-Para nosotros no es la mejor filosofía. Si preguntas en el vestuario te dirían que jugásemos al ataque. Pero en una situación así hay que adaptar al equipo para obtener más rentabilidad y seguro que el técnico preparará variantes para que sigamos como un bloque.

-Decía Arzu que nunca había visto un grupo tan unido. ¿Ha sido ése el secreto del equipo?

-Otros años el vestuario era muy humano y bueno, pero la peculiaridad de esta temporada tan complicada lo ha hecho más cohesionado. Hemos sufrido casi todos algo parecido. O nos convertíamos en una tortuga con un gran caparazón o esto no era posible. En partidos como el de Cartagena, Tarragona o la Real, nos han podido faltar cosas técnicas, pero no nos han derribado como equipo. Antes con un error no nos levantábamos.

-'Quedan 4', tienen en la pizarra. ¿Se hacen ya cuentas?

-La única posible es ganarlo todo o será muy difícil. Lo seguimos viendo igual. Si ganamos y los demás también lo hacen, estaríamos en las mismas . El partido más importante era el de la Real y ahora vamos a Huesca a ganar, ganar y ganar.

-Usted forma parte de los digamos atrevidos del vestuario. ¿Tiene algo preparado por si se consigue el ascenso?

-No me he planteado nada, pero si el vestuario se inventa algo, seguro que me apunto. Durante el año sí tengo mis manías para buscar motivaciones o animarme en los momentos malos. Cambias de look, de botas, buscas esa chispa que te pueda dar algo más.

-Me dirá que sólo piensa en subir. Pero y su futuro...

-Lo primero es el ascenso, que será lo que rija el futuro de casi todo el equipo. Siempre me he querido quedar aquí para crecer. Pero si fuera una época continuista y el club no siguiera creciendo... Soy joven y tengo ganas de mucho fútbol y de acumular minutos. Aun ascendiendo, seguiría pensando igual. No quiero ser un jugador acomodado. Si hay un proyecto para crecer, yo voy a ser el primero en estar feliz en el Betis.