El presidente del Real Betis, Miguel Guillén, ha asegurado este viernes, en la presentación del proyecto de remodelación y ampliación de la actual ciudad deportiva del club, que han cuidado todos los detalles "para que esta obra no afecte en un futuro la economía" de la entidad.

"Se ha retrasado el inicio de la obra para que no se vea afectada la viabilidad del club. Es una obra que tenía que haberse efectuado hace mucho tiempo", ha comentado el dirigente en la presentación de la remodelación, presupuestada en unos dos millones de euros y que empezará a ejecutarse en breve con un plazo de un año hasta la conclusión.

Ello provocará que la primera plantilla del Real Betis se traslade al estadio de La Cartuja para desarrollar sus entrenamientos desde que los futbolistas regresen de estas próximas vacaciones navideñas hasta el término de la presente temporada.

Guillén ha avanzado que esta obra "repercutirá en beneficio para los jugadores, los aficionados y en todo el mundo que trabaje en el entorno del club" y que la ciudad deportiva estará "a la altura de un club instalado en la elite".

El vicepresidente del Betis Pablo Gómez explicó que el obligado traslado del primer equipo lo será "a todos los niveles", puesto que ello implicará que el Estadio de la Cartuja tenga "todas las intalaciones necesarias para desarrollar el normal trabajo del equipo".

El directivo apuntó "a la vuelta de las vacaciones (de Navidad) del equipo" para dicho traslado, con el cual se podrá empezar la obra "a cortísimo plazo. Esperamos estar inaugurando la nueva ciudad deportiva en un año", añadió.

Entre las ventajes del proyecto, Gómez incidió en la necesidad de "potenciar el área médica", con la habrá una unidad para rehabilitación que permita "que en determinadas circunstancias los jugadores no tengan que salir de las instalaciones".

Con todo, "quizás el objetivo más importante sea ayudar a la cantera", dijo Pablo Gómez, quien subrayó que para poder sacar adelante el proyecto "ha habido que legalizar la anterior obra", realizada durante el mandato de Ruiz de Lopera, "puesto que no lo estaba".